"Argentina" [Wind breaker x Oc]

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Esmeralda vivió en argentina por muchos años, junto a sus padres residían en buenos aires, la parte de conurbano para ser exactos. Un barrio peligroso con escuelas en las cuales, los límites no existían y las peleas eran aseguradas, aunque no las buscarás. La joven Medina tuvo que aprender artes marciales, boxeo, defensa personal y varios combates más, en decisión de sus padres para poder defenderse. Las peleas en grupo eran frecuentes y no deseaban a su hija muerta, terminando igual que varios desafortunados que tuvieron que vivir esa desgracia.

Escuela pública, educación pública. Lo peor que podía existir para estudiantes que realmente querían estudiar. Las instalaciones estaban en mal estado, la humedad en las paredes, los asientos e mesas destruidas, la mala alimentación a los niños y principalmente el bullying era lo más recurrente en ellas. Por todo te criticaban, hasta por respirar. Para Esmeralda era pelear todos los días, ya que su carácter fuerte le metía en problemas muchas veces.

Luego paso la peor desgracia, sus padres murieron en accidente, un día que la dejaron sola para salir de compras. Eso la destrozó por dentro, parecía que su ser no quería sentir nada, no lloro pero sus ojos sin brillo decían todo. Mientras buscaban un tutor legal para ella, fue llevada a un reformatorio, dónde golpeó casi hasta la muerte a una chica que la había molestado. Semanas infernales paso en ese lugar hasta que por fin la sacaron, tenía una abuela en Japón y ella quería hacerse cargo de la niña. Fue enviada en un vuelo autorizado, iría a una escuela femenino, cosa que no parecía buena idea.

En su primer día de escuela en Japón, no entendía nada, claramente el idioma era distinto y a pesar de haber practicado, aún era difícil entender. Al pasar la clase con bastante cosas sin terminar, apenas salió, un grupo de chicas se acercaron a ella. Por la cara de niñas malcriadas por papi, se dió cuenta de lo que vendría.

– Como puede ser que hayan traído una Omega extranjera. ¿Vienes a robarnos a nuestros Alfas?. -Esmeralda se mantuvo desinteresada en el tema, eso era lo que menos le importaba.-

– ¿Acaso es sorda o muda?. -Bromeaban de una manera tan infantil que le causaba náuseas a la azabache. Quien solo las ignoro y paso de largo. Un empujón a su espalda que ni la movió, le hizo detener su camino.-