I. La invitación

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 La mañana había llegado a Rairdye junto con el ansiado anuncio que el reino tanto estuvo esperando por meses: el cumpleaños número veintidós del príncipe Oh Sion. Aunque realmente eso no era lo más emocionante para todas las jovencitas del reino y princesas de los alrededores, la verdadera noticia era que el heredero de Rairdye estaba en busca de una esposa. A pesar de que la invitación al baile real sólo explicaba como motivo el cumpleaños del príncipe, todos sabían que el mensaje implícito se dirigía a alguna muchacha que  pudiera llamar la atención del joven príncipe y así convertirse en la futura reina de Rairdye.

El castillo entero se encontraba en un revuelo por la organización del baile real en honor al príncipe. Sirvientes corrían de un rincón del palacio al lado opuesto en cuestión de minutos y el cotilleo en la cocina era perceptible desde los preciosos jardines reales. Todos estaban ansiosos por saber con quién bailaría el príncipe y si esa noche se sabría quien sería la esposa del heredero a la corona.

Para sorpresa de todos, el príncipe tomó el desayuno junto a sus padres sin siquiera hacer mención alguna del tema. El desinterés de su parte era palpable en el aire del comedor y eso no podía importarle menos al heredero, pues él sabía que tenía la mirada de todos encima suyo y no tenía ningún problema en ello, pero tampoco quería sentir la presión por contraer matrimonio con alguien a quien no quisiera. Él realmente quería conocer a quién desposaría y enamorarse sin prisa, después pedir su mano y planear meticulosamente su boda, quizá coronarsse y eventualmente darle herederos a su reino. Sin embargo todo lo que él soñaba se veía abruptamente aplastado cada vez que el tema sobre su futuro como monarca salía en cualquier conversación, todos esperaban que eligiera a su esposa lo más pronto posible y él sólo deseaba encontrar a la persona ideal para compartir su vida entera.

—Me retiro a los establos. Tengan un buen y bendecido día, padres — dio una reverencia a los reyes, quienes le obsequiaron una sonrisa y asintieron con la cabeza.

El príncipe acostumbraba a pasar sus mañanas practicando equitación en los establos del castillo, le gusta el sentimiento de libertad que obtenía al montar a su amada yegua, Dione. La equitación era una actividad que amaba casi tanto como dejar sus pensamientos fluir a través del papel, pues el heredero a la corona también era un gran aficionado de perderse entre los estantes de la biblioteca real y sumergirse entre versos que salían de su mente hasta plasmarse permanente sobre el blanco papel.

Oh Sion realmente anhelaba que las horas corrieran con rapidez y así poder verse inmerso entre su poesía con el llegar del atardecer, pues con tantas cosas ocurriendo en el reino entorno a él no veía otro escape que su propia lírica. Sin embargo en los últimos meses había una presencia más en la biblioteca que le hacía compañía deleitandolo con las dulces melodías que su instrumento producía.

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La biblioteca del castillo se distingue por su enorme contención de libros con tantos años de antigüedad, páginas que albergan historias contadas por gente influyente de su época que dejaron una imborrable huella en la historia. Cada palabra siendo impresa con un motivo en específico, buscando dar un mensaje al curioso lector que por casualidad tomó entre sus manos aquel montón de hojas. A mis ojos no existía mejor perdición que fundirse en mundos de fantasía, tragedia y conocimiento. Era un tesoro que nadie me podía prohibir. Ni siquiera la realeza.

Cualquier persona que alguna vez me haya conocido sabe que un poco de tinta y hojas de papel son suficientes para dejarme llevar por mi ocurrente mente. Las palabras se deslizan con facilidad y se impregnan en lo blanco de la hoja. Poemas, así es como mi abuela me dijo que se llamaban los textos que tanto adoraba leer a los nueve años, recuerdo haberle sonreído y pedirle que me enseñara a escribir uno. Desde entonces he vivido la mitad de mi vida escondido entre los estantes de la biblioteca, mi hogar no es uno que llamarían común, sin embargo he hecho de la biblioteca mi propio lugar de confort. Bueno, ahora Jaehee también lo utiliza para hacerme compañía y tocar para mí las melodías más dulces que alguien jamás podría crear con su violín.

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⏰ Last updated: May 19 ⏰

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unholy | yusionWhere stories live. Discover now