Demon Heart

I. El ataque de Kibutsuji-Parte 1

La luna llena adornaba el nocturno cielo de Japón, los bosques eran acariciados por la luz del astro rey, y la tranquilidad era lo que reinaba.

Más sin embargo en estas noches en especial hay que cuidarse, pues extraños seres están al acecho, con sed de sangre y hambre de seres humanos que nunca se saciará, los cazadores lo sabían por eso siempre estaban atentos al movimiento de estos para detenerlos y evitar que mas vidas inocentes se pierdan.

Pero esta noche no sería como las otras, y Muzan Kibutsuji se aseguraría de ello, su plan era infalible, podría deshacerse de una buena vez de aquel que siempre se interpone en sus planes, aquel que durante tanto tiempo fue una de tantas piedras en su camino, Kagaya Ubuyashiki, mejor conocido como el patrón de los pilares.

- Al fin, me voy a deshacer de ti querido Ubuyashiki, incluso si tus hijos aparecen ninguno te podrá salvar - sonrió aquel hombre de negro cabello vestido de traje negro con un sombrero blanco mientras sonreía viendo a lo lejos su destino, el hogar del patrón.

Tras aquel hombre había 12 personas más, algunas de ellas sonreían pero los demás mantenían expresión sería, sin embargo todos estaban emocionados por lo que se venia.

- Señor Muzan, ¿Ya es hora? - pregunto emocionada una mujer albina de gran belleza con una gran faja en su cintura.

- Si, yo tengo mucha hambre - afirmo un pelirrojo tatuado mientras se lamia los labios.

- Tranquilos, ya estamos cerca, nadie podrá detenernos - sonrió Kibutsuji mientras sus ojos brillaban símbolo de su emoción.

Y mientras eso pasaba, dentro del hogar del patrón, el hombre estaba de rodillas mientras tomaba un poco de té junto a su familia, uno de los tantos momentos que disfrutaba, pero en un instante logro sentir poderosas presencias acercándose por lo que de inmediato supo que hacer.

- Parece ser que Muzan Kibutsuji viene a visitarme - sonrió el pelinegro con amabilidad causando preocupación en su esposa e hijos.

- No puede ser...- murmuro una albina delante del hombre, su esposa, con preocupación.

- Tranquila, todo estará bien, ve con nuestros hijos a lo más profundo de la mansión, ocultense bien, yo me encargaré de Muzan - sonrió el hombre a lo que rápidamente su esposa negó.

- Pero no puede, su salud...- decía Amane mientras tomaba las manos de su marido que sonrió.

- No te preocupes, todo saldrá bien, además ambos sabíamos que este momento llegaría, por favor hazme caso - sonrió Kagaya para dar confianza a su mujer.

- Esta bien, pero prométame que sobrevivira - pidió la albina y el pelinegro asintió levemente.

Con ese asentimiento Amane se puso de pie y con sus hijos se interno en la mansión para ocultarse, a pesar que tenía el presentimiento de que su marido le ocultaba algo confiaba en el, esperaba que los pilares llegaran, solo así habría esperanza para ellos, pues aunque se ocultará, tarde o temprano sería encontrada por Kibutsuji.

Con el patrón, este siguió bebiendo su té, esperando lo que pronto pasaría, con toda la paciencia del mundo que lo caracterizaba.

A las afueras de la mansión del patrón, Muzan y sus demonios estaban listos para atacar sin darse cuenta que varias aves eran testigos de esto y rápidamente volaron lejos listas para dar su mensaje.

Y mientras esto pasaba, en la Finca Mariposa, un chico de rojizo cabello con una singular marca en la frente junto a una adorable chica con un bambú en la boca, un rubio de vestimenta amarilla y un chico con una mascara de jabalí descansaban después de unas largas misiónes peleando contra un tipo en un tren, donde conocieron a la tercera luna superior, Akaza, que casi acaba con el Pilar de la Llama, Kyojuro Rengoku que fue salvado por Giyu Tomioka que llego a tiempo para ayudar, ahuyentando a la luna y de su más reciente misión ayudando al pilar del sonido a reunirse con sus esposas, donde conocieron a Gyutaro y Daki que escaparon al verse acorralados por Uzui y sus acompañantes.