! ୧ Once.

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El café era bastante bonito, sencillo pero tranquilo

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El café era bastante bonito, sencillo pero tranquilo. No habían rastros de personas ¿Quien iría a tomar un café a las 11 de la mañana? Sí, solo Hwang Hyunjin.

—Bienvenido Hwang ¿Lo mismo de siempre?— una mesera coqueta tomaba la orden. El guiño que esta hizo no pasó desapercibido para Felix.

—¡Vaya! Al parecer no hay a quien no te hayas tirado.— lo dijo sin pensar pero Hwang no se enojó, ya se había tirado a la mesera como merienda.

—Solo faltas tú.— sonó fanfarrón.

—Desde ya te puedes ir bajando de esa nube, que no se te olvide que no puedo ser infiel porque estoy comprometido con tu mejor amigo.— levantó un poco la voz en sus últimas palabras.

—Al parecer fue a ti a quien se le olvidó.

—Ni siquiera sé para qué estoy aquí, yo no tengo porque darte explicaciones a ti.

Por muy tonto que sonase Hwang sabía que no estaba haciendo lo correcto, él más que nadie era consiente que Bang era infiel desde hace más de un año pero es que el niño de cabellos rizados no debería ser igual ni siquiera por desesperacion ó falta de amor.

—Tenemos que hablar del negocio y nuestro viaje futuro.— al fin de todo se le ocurrió una idea que fuera demasiado tonta como decirle "No puedes quedarte con ese aprovechado" no sería justo.

—Mire Señor Hwang, en estos momentos estoy haciendo algo importante como para perder mi tiempo así que si me disculpa me voy.— Felix se paró de su asiento y se dispuso a caminar directo a la salida y ahí dejo a Hyunjin.

Fue algo tonto pues nunca había visitado ni por cerca aquel costoso vecindario, se estaba comenzando a desesperar. El frío comenzaba a azotar con fuertes ráfagas que indicaban una pronta llovizna. A pesar de que el barrio luciera como de clase alta las calles estaban desoladas y con unos cuantos borrachines caídos.

No quedaba más opción que pedir indicaciones ¿pero a quien?. En uno de los angostos callejones encontró a una pareja que al parecer se reían, Felix creyó que sería bueno preguntarles porque además de ser los únicos lucian "normales".

—Disculpen.— soltó casi un susurro a lo que la pareja ignoró completamente.

—iHey!— la pareja se giró encontró con el rostro del castañito.

—¿Qué necesitas bonito?— dijo la mujer que se acercaba lentamente a Felix. La mujer lucía bien pero su olor era desagradable.

—Yo..— por un momento dudó si preguntarles ó echarse a correr antes de salir violado. —Yo necesito saber en que calle estoy.

—¡Ah! Está perdido.— Anunció a su compañero. —Guarda la verde que parece que no necesita.— Con solo haber escuchado "la verde" Felix ya estaba deduciendo acerca de que hablaban aquellos dos.

—Ven conmigo, te llevaré a un bonito lugar.— La mujer lo haló de su mano para llevarlo hacía un desconocido lugar.

—NO.— Felix habló claro. Obviamente miedo tenía pero la adrenalina del momento era inesperado

 Obviamente miedo tenía pero la adrenalina del momento era inesperado

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—¡Hasta que llegas!.— Felicitó Bangchan.

—Dejate de bromas. Tengo mucho que hacer.— habló cansado por haber subido rápidamente por las escaleras. Dirigiéndose a la sala de reuniones. Llevaban más de 2 horas encerrados, escuchando propuestas, analizando estados financieros, firmando y aún no terminaban.

Bang estaba al tanto de todo anotando cada una de las cosas de relevancia en su libreta. Mientras una mujer exponía un nuevo proyecto el celular de Bang sonó desconcentrando a todos los presentes, rápidamente cortó la llamada y continuó en lo suyo.

La llamada no lo dejaba en paz entonces apagó su celular, ya después hablaría con Felix para que dejara de molestar en los momentos más importantes.

La reunión terminó satisfactoriamente, tenían nuevos socios y un nuevo negocio para Hwang ¿Qué podría salir mal?. Bangchan salió temprano. A como venía haciendo recientemente y tomó rumbo a la casa de Jisung.

Pasaron entre juegos y risas hasta que prendió su celular para ver la hora, tenía aproximadamente 75 llamadas perdidas de Felix. Eso solo podía significar gravedad.

Marcó pero nadie contestó, intento otra vez y nada. Agarro sus cosas sin explicación alguna y se fue directo a su casa.

Al momento de llegar pudo ver a un hombre saliendo de la casa como que tal fuera el dueño.

Es que según sus deducciones eso era una prueba de que Felix estaba viendo a otros hombres y en su propia casa.

—¿Así que tú eres el maldito?— soltó Bang mientras sostenía al hombre por el vuelo de la camisa. El rostro se le hacía familiar pero no podía recordaba muy bien.

—¿De qué hablas?— Minho no entendía, trató de llamarlo más de 70 veces para comunicarle el accidente pero este nunca contestó y ahora se sentía muy hombresito tratando de golpearlo, era el colmo.

—No te hagas el tonto, sé que estabas con Felix.— más gritó furioso aprentandolo.

—Sí, grandisimo estúpido. Estuve con él porque casi lo matan.— Bang soltó su agarre al sorprenderse por lo que acababa de escuchar.

—¿Donde estaba el futuro esposo que velaría por la salud de Felix? ¿Eh?— Minho no se medía las palabras, no le importaba ser cruel. No iba a mentir, el tal Bang no le agradaba en nada así que ni siquiera intentaría ser cortez.

Era un descarado que quería siempre lucir como el bueno.

Bangchan subió las escaleras para revisar si su bebé estaba en casa pero no, no estaba.

—¿Donde está Felix?— preguntó a Minho.

—¿Ahora si te interesa mi chico?— soltó sin miedo alguno.

—¿Tu chico?— preguntó Bangchan.

—No voy a permitir que se case contigo.

—¿Es una advertencia acaso?

—No, es una promesa.

—No, es una promesa

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Te compro a tu novio ✧ HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora