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Las nubes que veía desde el pequeño espacio me dejaban mareada y algo atontada, no sabía a dónde iba, sólo que me acompañaba una persona que apenas conocía.

Estaba expectante de lo que acontecería, ¿cómo sería el lugar al que íbamos? Millones de preguntas pasaban por segundo en mi mente, así que no aguanté más y pregunté al caballero que yacía sentado escribiendo algo con su delicada y elegante pluma.

— ¿A qué mundo me llevas? - le cuestiono con parsimonia.

— A mí mundo, al mundo de los dioses, al mundo en donde no hay límites ni nombre. - contestó sin dejar de hacer un extraño símbolo en el papel. Su perfil viéndose hermoso, sin necesidad de moverse ni un poco.

Ñaki volvió a mirar las nubes, e imaginando que dormía en uno, cayó rendida. Mientras tanto, Valquiria Tveit recitaba un párrafo que repetía siempre que podía, le cantaron desde la cuna, su futuro imposible de evitar y olvidar.

Odín
Dame tu poder
Dame tu sabiduría
No te olvides del pacto
Que un día como hoy
Se volvió fuego,
Y ceniza
Los colores se mezclan
El viento baila
Los niños lloran,
Y en la esquina aguardan
Cuidado,
Acuérdate del más preciado
No olvides la sangre
Que corre por tus arterias
Y por más que lo niegues
Es a tí a quién encuentra

Abrí los ojos buscando que sea recibida por el hermoso sol, sin embargo, lo primero que visualice fue una gran descarga que caía desde el cielo. Mi reacción fue instantánea, busqué a Tveit con la mirada, y al verlo dormido intenté conectar mis manos con los suyos.

Tenía miedo a los rayos, me generaban pavor. No sabría decir desde cuándo, pero, según Piki venía desde que era chica, mi madre tampoco me logró decir del por qué, pero eso no importa mucho ahora.

Al encontrar su mano y sentir la calidez pude tranquilizarme mucho más, el ritmo de mi corazón se reguló y al fin pude respirar poco a poco con normalidad, cosa que no me había dado cuenta que trastabillo. De repente siento mi mano ser apretujada por Valquiria, estaba despierto; pero, sus ojos seguían plenamente cerrados.

— Atajate. — lo mire con un signo de interrogación en el rostro, ¿por qué lo haría?

No pasaron ni dos segundos cuando pude sentir el movimiento del avión desplegarse con mayor fuerza, como si algún dios del trueno le haya dado potencia, sin darme cuenta estábamos dando vueltas en el aire; mis ojos se abrieron desmesuradamente y sentí mi estómago girar radicalmente cada que el aeroplano lo hacía. Miré paniqueada a Tveit, y éste mantenía una sonrisa aún con los ojos cerrados; temí desmayarme en el acto, así que hice lo mismo.

Poco a poco iba cayendo en el abismo del sueño, no obstante, notaba que mi corazón iba a saltar de mi. Imágenes algo extrañas aparecían ante mí, una niña abandonada en altamar, llorando como si no hubiera un mañana. Sin saberlo ya estaba derramando lágrimas junto a aquella niña indefensa, mi corazón se apretujo y sentía que era ella. De un momento a otro la imagen cambió drásticamente, aparecieron rayos y auroras, un complemento totalmente inusual; un animal emergió del mar y, ahí ya no ví más. Por segundos sólo visualizaba negro, como un abismo, sentía que yo estaba en el borde de este, y que caería en cualquier momento, como si me hubieran escuchado, sin dilación caí, debajo mío la oscuridad me recibía con los brazos abiertos; comencé a gritar, a patalear, pero, nada servía, ya había caído en el fin de mis pesadillas. Sentí un vértigo y desperté como si hubiera estado en un transe, miré a Tveit y éste me observaba como si buscara algo. Palmeo mi cuerpo para poder estar segura de que estaba completa, al ver que sí, suspiro aliviada.

Todo fue una pesadilla. Repito anonadada.

— ¿Qué ha pasado? — escucho decir a Tveit. Cuando lo miro suelto un grito mezclado con terror.

— Tveit. tveit. Repito, buscando a los lados alguien que pueda ayudarme. ¡Tveit!

El rostro del muchacho estaba distorsionado, no era él, era un demonio disfrazado del caballero. Sus ojos se encontraban rojos, y de sus brazos salían gusanos, como si fueran collares enrollados funcionando de alhajas. En la cabeza sobresalían cuernos, que titilaban al caerse los rayos.

Me encontraba sin salida, detrás mío yacía el mar y millones de monstruos más, y enfrente de mí estaba aquella criatura demoníaca que lo único que hacía era mirarme con una sonrisa de total satisfacción.

Intenté pararme para alejarme y correr por mi vida, pero, tal fue mi sorpresa al darme cuenta que mi cuerpo estaba tieso, no podía mover ni un dedo. Estaba bajo su manejo.

Intenté hacer de todo, pero nada servía.

Quieta, tu fin pronto te espera.

Inesperadamente, una voz suena desde el fondo de algún lugar recóndito del cuerpo de Tveit, una voz que la drogó y controló su cuerpo por el próximo tiempo.

— Haz lo que tu corazón más quiera, muévete, quítate; salvate del más fuerte, pues sólo así podrás ver los colores asomándose a tí.

Ñaki sentía las extremidades controladas, y los latidos de su corazón fuera de sí. Se dejó llevar por lo que aquella voz hacía, se dejó persuadir y sólo así pudo combatir a aquel extraño monstruo que aún la miraba complacido. Una especie de luz entrevió nacer en el centro de su pecho, una luz que poco a poco fue haciéndose más y más fuerte, hasta que no pudo más y se desmayó.

— Ñaki, despierta, hemos llegado.

La suave y melodiosa voz del caballero la hizo abrir los ojos y darse cuenta de que todo fue un sueño.

— ¿Tveit, eres tú?

— ¿Quién más estaría a tu lado? — preguntó confundido.

— Tuve una pesadilla en donde te convertías en algo raro, como un monstruo de las nieves, pero más aterrador. - describió con sus manos todas aquellas características que poseía, sin embargo, no consiguió más que carcajadas de parte del otro.

— ¿Es en serio? — lo dijo mientras seguía riéndose de Ñaki. — Bueno, en realidad no fue sólo un sueño.

— ¿Qué? — exclamó con los ojos puestos como platos.

— Este es mi mundo, querida Ñaki. Un mundo sin nombre ni límites, un mundo en donde las pesadillas más tenebrosas son capaces de nadar a la profundidad.

— No entiendo, ¿qué me quieres decir?

— Para no hacerla larga posiblemente un dios se apoderó de tus pensamientos, raro no?

Un... ¿Qué?

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Gracias por leer 🌺

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⏰ Last updated: May 26 ⏰

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