La Estrella y El Ladrón. ❥KookV

❥2.

El camino a casa de Taehyung es... complicado.

Desde su encuentro con el alfa, una inquietud inexplicable lo invade. Su cuerpo se siente inusualmente caliente, su estómago revuelto, y una humedad incómoda comienza a escaparse de él. Cada segundo se vuelve una eternidad mientras intenta controlar sus nervios, sin entender del todo por qué su cuerpo reacciona de esa manera.

El carruaje finalmente se detiene frente a su hogar. Sin perder un segundo, Taehyung desciende y se dirige apresuradamente a su dormitorio. Una capa cálida y resbaladiza desciende por sus muslos, incrementando su desesperación. La necesidad de sentirse lleno, de tener un nudo en su interior, se vuelve abrumadora, casi insoportable.

Luchando por mantener la compostura con sus mejillas ardiendo de vergüenza y deseo, Taehyung intenta calmarse durante varios minutos. Pero el tormento interno es demasiado. Finalmente, se rinde a la urgencia que lo consume y, con una respiración entrecortada, se acerca al cajón donde guarda los juguetes que utiliza durante su celo.

La expectativa y el alivio inminente se mezclan en su mente, mientras sus manos temblorosas abren el cajón, revelando los objetos que pronto le otorgarán el consuelo que tanto ansía.

Con el sudor perlándole la frente y las manos temblorosas, Taehyung elige finalmente el consolador con un nudo artificial. Sus dedos recorren el objeto con una mezcla de urgencia y nerviosismo, sabiendo que es la única manera de encontrar algo de alivio. Se recuesta, dejando que pequeños gemidos escapen de sus labios, pero a pesar de sus esfuerzos, no consigue la satisfacción completa que ansía.

Aunque su cuerpo responde, complacido en cierta medida, Taehyung sabe que podría ser mejor. Su mente, buscando desesperadamente ese clímax perfecto, se desvía hacia el alfa. Recuerda la suavidad y firmeza de su voz, una combinación hipnotizante, y el aroma embriagador que aún parece rodearlo. Estos pensamientos hacen que su placer se intensifique de manera insospechada.

Solo con imaginar al alfa, Taehyung se rinde al placer con un grito que resuena en la habitación. Su corazón late desbocado, las manos aferradas a una almohada mientras siente el nudo artificial llenándolo. La intensidad del momento lo deja jadeando, pero también trae consigo una revelación inquietante.

Kim Taehyung llega a una conclusión algo fundamental: esto no es solo un celo.

Lo que está experimentando es mucho más profundo y complejo, una conexión visceral que va más allá de lo físico, una necesidad que solo el alfa puede satisfacer completamente.

Taehyung ha experimentado numerosos celos desde su presentación, pero esta ansiedad y deseo que ahora lo consumen son diferentes. Su cuerpo ansía algo distinto, algo más profundo y esencial.

Mientras lucha por encontrar respuestas, se pregunta si esta sensación es lo que ha oído describir a otros omegas, esos susurros acompañados de suspiros y sonrisas soñadoras. ¿Podría ser que el alfa enmascarado sea su destinado? ¿Es esa la razón por la cual su cuerpo está reaccionando de esta manera tan intensa y única?

La posibilidad lo desconcierta y lo emociona a partes iguales. Los relatos que ha escuchado siempre hablaban de una conexión innegable y poderosa, un vínculo que trasciende lo físico y se arraiga en el alma misma. Esta idea empieza a arraigar en su mente, haciéndolo cuestionar todo lo que hasta ahora había creído sobre sí mismo y sus necesidades.

¿Será posible que el destino haya tejido sus hilos de tal manera que este alfa enmascarado sea la clave para calmar la tormenta dentro de él? La idea de que su cuerpo esté reaccionando a un llamado ancestral y profundo lo deja perplejo.

Mientras contempla esta posibilidad, Taehyung siente una mezcla de temor y anticipación. Si el alfa enmascarado realmente es su destinado, entonces este deseo que lo abrasa no es simplemente un capricho de su cuerpo, sino una señal de un lazo predestinado que está destinado a ser explorado y, eventualmente, consumado.