3 𝒹𝑒 𝒿𝓊𝓃𝒾𝑜 𝒹𝑒 𝟤𝟢𝟤𝟦
Hoy desperté con un ánimo ligeramente elevado, a pesar de la rutina que había tenido últimamente. Quizás era la consciencia de que solo quedaba una semana de clases lo que me daba un poco de positividad.
Salí de la cama con la intención de enfrentar el día, dirigí mis pasos hacia el baño para refrescarme y luego descendí hacia la cocina, donde mis padres y mi hermana ya estaban en la mesa desayunando. Mi madre, como siempre, me había preparado algo para comer. Me senté, agradecida, y empecé a comer.
Entre conversaciones matutinas, reuní el coraje necesario para expresar algo que llevaba tiempo queriendo compartir con mis padres.
-Mamá, papá... Llevo tiempo sintiendo el deseo de regresar a Barcelona. Aquí en el pueblo me siento aislado, sin amigos, y las cosas no van bien. Aprovechando que las clases están por terminar, me gustaría hacer ese cambio. Además, saben que tengo que repetir el año, y creo sinceramente que un cambio de escenario no haría más que favorecer mi situación-, confesé, las últimas palabras escapando de mis labios entre lágrimas contenidas durante demasiado tiempo.
-Cielo, sabemos que este ultimo curso ha sido muy duro para ti y por eso tu pade y yo nos pensaremos eso de volver a Barcelona, así que no te preocupes. Sube a tu habitación y así te acabas de alistar para ir al insti- me dijo mama con su dulce voz.
-¿Realmente necesito ir esta última semana? Total, no voy a hacer nada-, supliqué.
-Hagamos una cosa, ve hoy y despídete de tus compañeros y profesores-, propuso papá.
Me fui a mi habitación muy feliz, porque si me permitían despedirme de la gente del instituto, significaba que nos iríamos del pueblo.
Me preparé para ese último día en el instituto y, por primera vez en meses, me arreglé un poco más y me maquillé.
Faltaban cinco minutos para que comenzaran las clases, así que cogí mi desayuno y caminé hacia el instituto.
Al llegar, el timbre sonó. Había decidido llegar justo cuando comenzaban las clases para evitar comentarios o situaciones incómodas. Entré en clase y me senté en mi sitio, sola, como siempre.
Al finalizar las clases, fui a buscar a mi profesora favorita, la única que me había apoyado durante todo este tiempo. Me acerqué a ella.
-María, ¿tienes un minuto?-, le pregunté.
-Sí, dime Li, ¿en qué puedo ayudarte?-, respondió con su voz suave, como siempre.
-Solo venía a despedirme, ya que el próximo curso probablemente no estaré aquí. Me vuelvo a Barcelona-.
-Oh, Li, me alegra mucho por ti. Espero que allí puedas ser más feliz-, me dijo mientras me abrazaba y nos despedíamos.
Llegué a casa exhausta, y al entrar vi a mi madre con mi hermana pequeña en brazos. Lo primero que hice fue ir hacia ella.
-¿Cómo estás, Lara?-, le pregunté, dándole un beso.
-Super bien, tata-, respondió con su dulce voz.
-Cariño, tengo una buena noticia para ti. Tu padre y yo hemos decidido volver a Barcelona. Volveremos a la antigua casa-.
Al escuchar esas palabras de mi madre, grité de alegría. Estaba increíblemente feliz en ese momento. La abracé con fuerza. También me dijo que nos iríamos en tres días, así que tenía que empacar mi vida entera en cajas en poco tiempo.
Comí rápidamente y subí a mi habitación para empezar a empacar todas mis cosas. Por los pasillos ya había cajas con diferentes objetos.
Llevaba dos horas llenando cajas cuando llegó mi padre. Me lancé a sus brazos y le agradecí por la decisión de mudarnos.
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Helooo, ¿qué tal estáis?
Espero que os haya gustado este primer cap. estoy empezando en esto de escribir y nose si se me da muy bien, jaja.
A ver qué pasa en el próximo cap.
Byeeee
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¿Quizás el destino sí existe?
Teen FictionUna chica de pueblo decide irse para vivir en la ciudad, pero ella nunca imaginaría lo que le podría ocurrir. Es mi primera história y quizas haya alguna falta y tal ,pero intentare que haya las menos posibles. Gracias por leer.