3:«Bye bye Megan»
Gemí adolorida.
-Joder, Amber...-Me retorcí echando la cabeza hacia atrás.
-Yo sé que te gusta, lo sé.
-Me encanta.-Ironizo.-¡QUIERES DEJAR DE PEINARME! Me veo con el cuello roto o algo.-Exagero.
-Okey, okey...-bufa.
-Recuerdame de nuevo... ¿Qué coño haces en mi casa a las siete y media de la mañana?
-Te visito, dah.
-¡TENEMOS INSTITUTO!
-¿Y...? Vamos juntis, amiguis.
Estallamos en carcajadas por su mala imitación hacia Megan.
Todo el mundo sabía que Megan es una zorra de primera.
-¡Ay, chiqui! ¡eso me super fascini!-Me aguanté la risa.
-¡MAMÁ, ES EL FIN DEL MUNDO! ¡LA PROFECÍA TENÍA RAZÓN! ¡SE ESTÁN TRANSFORMANDO EN CHICAS FRESA!-Grita James corriendo escaleras abajo tras escuchar nuestra conversación.
Abro la boca sorprendida y me río de nuevo con Amber.
-¿Tú hermano tiene algún tipo de desorden mental?-Pregunta.
-Yo sé que sí aunque nunca se lo hayan diagnosticado.
Es obvio.-Dije mientras me vestía.
-¿Y tú?-Se burló.
-¿Yo?
-Tú.
-¡Yo!
-¡Tú!
-¿Vamos a comer Nutella?
-¡CABRONA, HACE UN MOMENTO ME HAS DICHO QUE NO TENÍAS!
-Mentira.
-Verdad.
-No tienes pruebas.
-La conseguiré.-Hizo un pose de detective.
Espera, ¿y cómo es una pose de detective? Ahora que lo pienso no tienen, ¿no?
-¿Kels? ¿hola?-Pasó Amber su mano por delante de mi cara.
-¿Huh?
-Vamos a por Nutella.
-¡Yupi!(...)
Caminamos hacia el instituto riéndonos de nuestra estrepitosa escena en la cocina de mi casa.
«Flashback»
-Nutella.-Ordena Amber.
-Nutella.-Dije con voz monótona y entregándole el bote de Nutella.
-Cuchara.-Dijo de nuevo.
-Cuchara.-Afirmé dándosela.
Dicho eso, comenzamos a comer Nutella.
Hasta que apareció James en boxers.
¿Qué mierda?
En acto reflejo, Amber le lanzó su cuchara con Nutella, dándole en un ojo a James.
-¡MIERDA! ¡MORIRÉ! ¡AYUDA! ¡QUEDARÉ CIEGO!
Vi la escena con una ceja alzada y algo traumatizada.
Amber cogió su cuchara y se lamentó por haber perdido un poco de aquella deliciosa sustancia e ignoró a James.
Y obviamente sólo lo miró para comerse la Nutella que tenía en la cara.
UG
H
-Amber, qué asco.
-Cállate, sigue estando buena.
Río y sigo comiendo como normalmente hago.«Fin del Flashback»
Mis mañanas son normales.
Más o menos.
-¡Dora dora dora, la folladora! ¡La más puta de todas!-Canto alegremente.
-¿Y dices que esa es una canción normal?
-Seh.
-Esa una mierda.
-¿Qué?
-M.i.e.r.d.a.
-¡Retractate bitch, hazlo!
-Jamás.-Sonríe malévola.
-Recuerdame por qué soy tu mejor amiga.-Bufo de nuevo.
-Por que me amas, ¿no es obvio?-Mientras dice eso, hace una pose de diva que me hace sonreír abiertamente.
-Obvio. Si eres feliz creyendo eso.-Digo sarcástica.
Veo como me fulmina con la mirada y río aún más fuerte que antes.
Al llegar al instituto, busqué a Ryan con la mirada.
¿Dónde estás pequeño castaño?
Me frustro bastante al ver que no lo cuentro.
-Quizás ya haya entrado.-Dice Amber.
-¿Me has leído la mente?
-No, estúpida, pero te conozco y sé que estás buscando a Ryan... Aunque eso de leer mentes mola bastante.-Sonríe.
Ruedo los ojos.
-Vamos mejor a dentro, anda.-La cojo del brazo y entramos.
-Nos toca música...-Abre mucho los ojos.
-¿Pero qué dices? ¡Si ya no damos música!-La miro divertida-Tienes el horario al revés, idiota.
-Oops.-Se sonroja un poco y ríe.
-¿Cómo has podido leer música al revés cuando nos toca sociales?
-¿Y a mi qué me vas a preguntar? Yo que sé, tan sólo lo he leído.-Se queja.
Río de nuevo.
-Imbécil.-Me burlo.
-Idiota.-Me mira.
-Puta.
-Zorra.
-Asquerosa.
-Guarra.
-Emm... ¡Come mocos!
-Come penes.
-Come vag-La interrumpo indignada.
-¡Esa eres tú!-Hago una mueca imaginandome algo que no debería.
Ay.
Que.
Asco.
Suelta una carcajada mientras entramos al aula.
-Cierto.-Mueve las cejas bromeando.
-Hey, Kels.-Me saluda Sam.
Sam de chico, no de chica.
Aunque pensándolo, ¿cómo sería este Sam en chica?
-¿Kels?-Me mira divertido de nuevo.
-¿Huh?
-Te dije hola.
-Hola.-Sonrío un poco avergonzada.
Él se ríe y me vuelve a mirar.
-Me preguntaba si querrías ir h-Y entra Ryan Nessman alias "rompe-escenas-bonitas".
Pero qué más da.
Me quedé embobada junto con la mayoría de las de mi clase.
Ignoro a Sam por completo y voy hacia Ryan.
Lo siento, Sam.
-¡Ryan!-Sonrío abiertamente mostrando mi blanca dentadura.
Me sonríe algo tímido.
-H-hola.
-No sabía que estabas en esta clase. Conmigo.-Me insinúo.
-Soy nuevo... Supongo que es por eso.-De rasca la nuca nerviosamente.
-¡Ah, genial! ¿Te quieres sentar conmigo?-Hago un puchero.
Oye, ¿y Amber? Bah, estará ligando con alguna de esta clase, como siempre.
-B-bueno.-Asiente.
Sonrío felizmente y lo cojo del brazo llevándolo hacia una mesa vacía.
Nuestra mesa vacía.
De él y mía.
De nadie más.
Megan me observó con odio igual que algunas más de esta clase.
Os jodéis, zorras.
¡Badapum, guarras!(...)
Después de cinco, largos y dolorosos minutos de clase, yo estaba apoyada en la mesa con la baba caída medio dormida.
-¡Miller!-Gritó el profesor.
Mi vida parece un jodido cliché, ¿por qué me dice a mí si hay más de 9 alumnos como yo? Y como yo me refiero más aburridos que una ostra.
Maldito viejo.
-¿Sí?-Respondo con la voz algo adormilada, por lo que algunos rieron.
Idiotas.
-¿Cuál bla bla bla bla y bla bla?-Y eso, señoras y señores, es lo que he entendido.
"67"
Oí susurrarme alguien.
Omg, ¿¡fantasmas!? Ah no, ¿qué digo? es Ryan.
Lo miro confundida y vuelve a susurrar "67".
-¡67!
El profesor me observa con los ojos entrecerrados pero asiente, rueda los ojos y sigue con su abrrida clase.
Celebré mentalmente.
Viejo- 0 Kelsey- 1
-Gracias, Ryan.-Le susurro con una sonrisa resplandeciente.
Él se sonrojó y asintió nervioso.
No lo entiendo, ¿cómo este dios griego puede ser tan tierno? ¡Que alguien me lo explique!
Me apoyo en mi mano en una postura cómoda y me dedico a obsevar a Ryan con descaro.
Porque vamos, yo no conozco qué es exactamente pasar mucha vergüenza.
-¿P-por qué me mir-ras tanto?-Balbucea bajito y con algo de miedo.
-Porque puedo.-Sonrío coqueta y río.-¿Te han dicho alguna vez lo guapo que eres?
Me miró con sus ojos marrones y asintió lentamente.
-¿Quién?-Entrecierro los ojos de forma celosa.
Bajó la cabeza con vergüenza.
-Mi familia.-Dice en tono inocente.
En serio, éste chico me va a matar.
Oh, sí.
-Awwwww.-Miro sus mejillas sonrojadas.-No te avergüences, hombre. A mí también.-Miento.
Vamos, es una mentira piadosa para que se sienta mejor.
No puedo creer aún que ninguna chica o algún chico gay se lo haya dicho.
¿¡Es que nunca ha salido de su jodida casa o qué!?
Abrió los ojos con algo incredulidad.
-¿E-en serio?-Murmura sorprendido.
Es verdad, todavía estábamos en clase. ¿Cómo es que no me acordaba? Bah.
-Sí.-Digo indiferente sonriendo.-Tampoco es como si me importase.
-No lo entiendo.-Dice aún confundido y sorprendido.
-¿Por?-Me acerco algo pícara y se sonroja aún más.
Ay.
Yisus.
-N-no eres fea.-Dice muy bajito.
-¿Perdón? No te he escuchado.-Me burlo un poco.
-Que e-eres muy bonita.-Sonríe de lado nervioso.
3...
2...
Stop! Yo no soy Amber como para tener un orgasmo mental.
Pero vamos, el momento lo requiere.
1...
¡ORGASMO MENTAL!
Vale, ¿por qué noto mis mejillas arder y un jodido nerviosismo en mi cuerpo?
¿¡Me estoy transformando algo así como los pokémon!? Nah.
¿O sí?
-Gracias, Ryan.-Murmuro con algo de timidez.
Matadme.
¡Sí, matadme! ¿Quién soy y quién me ha cambiado?
Minutos después el timbre tocó, junto con las dos siguientes clases hasta llegar al almuerzo.
Mientras Amber seguía hablando, yo recogía mis cosas y pensaba en Ryan.
El lindo Playboy.
-¿Me estás escuchando?-Preguntó Amber cruzada de brazos.
-¿Huh? Claro, Ryan es tan tan lindo.-Sonrío algo embobada.
Ella bufa.
-Te hablaba del jodido trabajo que me ha tocado hacer con John.-Rueda los ojos y salimos de la clase directas a la cafetería.
Mierda.
Tenía castigo con Liam.
Qué más da, él tampoco irá. Me encojo de hombros hasta que llegamos.
Busqué con la mirada a Ryan y lo encontré con una Megan sentada en sus piernas en la jodida mesa de los populares.
Donde Amber y yo nos sentábamos por mi hermano.
-¿Qué parte de que Ryan es mío no ha entendido?
Amber ríe bajito.
-Vamos, anda.-Me coge del brazo y me lleva allí.
¿Quieres guerra, zorra?
La vas a tener.
Observé a Ryan y vi lo incómodo que estaba.
-¡Ryan, cariño!-Puse mi mejor voz chillona acercándome y apartando a Megan de su regazo de un empujón.
Megan- 0 Kelsey- 1Me fulminó con la mirada.
Le guiñé el ojo a Ryan y el suspiró aliviado.
Me sonrió de lado, además.
Oh yeah, babe.
-¿¡Qué haces!?-Bufa Megan molesta.
-Pues hace que el chaval no este tan incómodo con tus tetas operadas pegadas en su cara.-Se burla Amber y nosotras reímos fuertemente y chocando los cinco.
Oh vamos, todos en la mesa rieron, no sólo nosotras.
Nos miró mal y sentó en su sitio de siempre.Megan- 0 Kelsey- 2723737
Me senté tranquilamente al lado de Ryan y me molestó que hablara sin timidez con Brooke.
Me sentí algo furiosa.
Oh Brooke, prepárate tú también.
Me estoy comportando algo posesiva.
Sólo un poco.
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•El playboy es mío•
Humor[Definitivo] ×Prólogo× •El playboy es mío• Sólo hay una palabra para describir a Kelsey Miller: «Posesiva» En cambio a Ryan Nessman se le describe como: «Playboy» ¿Qué ocurre cuando Kelsey se fija en él? "-¡Eres una jodida loca!-Chilla la rubia esca...