♡ My time at your side ♡

♡ Cometiempo ♡

Todo en la cuidad de Yokohama así como en el mundo estaba regresando a la normalidad, Fyodor había dejado de existir al igual que sus ideales, Nikolai se esfumó dejando atrás lo sucedido, el gobierno se disculpo con la Agencia de Detectives, los restos de Perros de Caza se integraron a la misma y por supuesto el poder de la Port Mafia creció.

-. Un gran día no crees, Odasaku - el fresco del aire y la brisa del rocío que caía de las hojas de aquellos árboles que le servían de sombra -. Sabes.. el tiempo en el lado de los buenos, fue bueno.. - con un gesto de nostalgia y dejando unas flores se retiro de ese lugar.

Mientras caminaba no podía evitar como su mundo siempre se había visto así, blanco, negro, silencioso y sobre todo vacío, por más que tratara de que fuera lo contrario llevaba años viviendo de esa forma -. Oye Dazai - gritaba una voz muy conocida para él.

-. Oh pero si es Chuuya, ¿A qué debo tu visita? - Lanzando una mirada de enojo el más bajo desvío la mirada -. Imbécil ni quién quiera visitarte, solo vine a recoger a nuestro miembro, ¿Lo sabes no? -

Con algo de melancolía el castaño bajo la mirada apreciando sus manos cubiertas de un rojo carmesí -. Si, no soy tan inútil como Chuuya - burlaba recuperando la vista de sus manos limpias.

-. Imbécil! -

-. Oye Chuuya.. - Deteniendo su voz y dibujando una sonrisa burlona el castaño se dió la vuelta -. Dazai, no importa si vienes o no.. al final de todo tú eres tú... -

Impresionado de aquellas palabras, Dazai se giro viendo como hasta el mismo Chuuya se había sonrojado pero lo mas sorprendente fue como esos grises y silencios se habían convertido en azules, verdes, rojos y en bellas melodías que cautivaban sus oídos -. Me gusta Chuuya -

Sin mas siguió su camino, estaba ansioso de estar en la junta de la ADA, aquella junta que decidiría el final de uno de sus miembros y aunque ya tenía claro quien sería tenía que despedir a todos con honores, nuevamente los grises se apoderaron de sus ojos y todo el mundo seguia en mudo.

-. Oh no me digan que soy el último en llegar - alardeaba entrando a la sala de juntas -. Al menos deberías establecer horarios y no hacer esperar a la gente, idiota vendado -

-. Vamos kunikida- Kun, hoy es un día en el que debemos ser unidos - interrumpía el pequeño rubio que sonreía más que nunca.

Con un leve suspiro el rubio de lentes asintio y acepto esas palabras, después de todo era cierto -. Muy bien ya podemos empezar - la voz ronca de aquel hombre logro hacer eco en todos y obedecieron.

-. Cómo saben, por habernos ayudado en el conflicto de días anteriores, la Port Mafia pide como cambio uno de nuestros compañeros - Bajando la mirada tratando de negarse a tal punto de negociación, estaba molesto, no podía negarse pero tampoco quería alejarse de sus "hijos".

Poneindose de pie y llamando la atención de todos, Dazai sonrie -. No sé preocupen estaré pendiente de cada uno de ustedes -

Tales palabras los dejaron boca abierta, pues no esperaban escuchar eso -. ¿Qué quieres decir Dazai? - interrumpió el jefe sorprendido.

-. Se que tengo que ser yo, después de todo soy el heredero de la Mafia, el único capaz de sobrevivir en ese mundo y por supuesto el único que tiene motivos ocultos para regresar - sollozando y apunto de perder la calma un chico bajo, delgado y peliblanco le sujeto -. No sigas Dazai- San, no lo hagas -

Viendo como aquel pequeño niño se resistía a esa idea no dudo en verse reflejado, una imagen de un pequeño niño suplicando arrepentimiento y auxilio así como aferrándose a la pierna de un hombre algo arreglado que solo le miraba con desprecio, no dudo en acariciar su cabeza como lo vivia ese niño.