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Una mujer rebelde que le gusta hacer todo a su manera. La vida le juega de una manera no tan bonita durante su infancia/adolescencia. Su madre falleció al darla a luz, su padre la abandonó dejándola con su abuela. 

A la edad de 17 años, pierde a su abuela a causa de una riña con delincuentes. A este punto ella no tenía a nadie, estaba completamente sola. Durante su vida escolar, se la hacía imposible hacer amigos por su comportamiento agresivo.

Por lo que la mayor parte del tiempo estaba sola.

En la desesperación de no saber que hacer, esa misma noche al perder a su abuela salió corriendo bajo la lluvia, pidiendo al cielo una explicación del porque a ella le tocó vivir esa vida, cuando nunca le hizo daño a nadie.

Los días pasaban y los ahorros que tenía para sobrevivir se agotaban. Tenía que disminuir sus comidas para tener de reserva. Una noche mientras se dirigía a casa.

Un hombre de saco negro se acercó a la joven colocándose en frente de ella. Esta al chocar con el hombre sube la mirada con molestia.

- Oh vamos no me mires así, vengo para ayudarte.- habló.

Ella frunce el ceño confundida, no conocía a aquel hombre. Por lo que retrocedió unos pasos y se puso en guardia para defenderse en cualquier momento.

- Tranquila, tranquila, no pienso hacerte daño. Se por lo que estás pasando y yo solo quiero ayudarte.- Alzó las manos en son de paz.

- ¿Qué es lo que quieres de mí?, yo no te conozco.- continúa en guardia.

-Se como puedes ganar dinero, te he visto y se que has estado robando para sobrevivir y si continúas de esa manera la policía no tardará en atraparte.-

La joven bajó un poco la mirada, pero rápidamente la alzó de nuevo para ver al hombre.

- ¿Y cómo puedo hacer dinero entonces?.-

El hombre hizo una pequeña sonrisa de lado.

- Es sencillo, solo tienes que hacer unos pequeños trabajos, pero tranquila serás entrenada para eso, y estarás bajo nuestro cuidado hasta que puedas ver por ti misma.-

No sabía si creer en sus palabras, a decir verdad le daba curiosidad esos "pequeños trabajos" pero él tenía razón, seguir robando no llegaría muy lejos, y la casa de su abuela estaba por ser embargada debido a las deudas que ella tenía.

Lo pensó detenidamente, bajando y subiendo la mirada.

- Y como se que no estás mintiendo.- La mirada de la chica siempre mostraba rivalidad.

- Mira esta es mi tarjeta de presentación, y te juro que no te estoy mintiendo. Si tú aceptas tendrás todo y serás grande te lo puedo asegurar.- Este le entregó la tarjeta.

La joven tomó la pequeña tarjeta mirándola de arriba abajo.

- Masayoshi Yanai...- 

- Así es un placer conocerla.- hizo una reverencia.

La chica seguía con desconfianza, pero necesitaba hacer algo al respecto. Sus nervios y estrés estaban empezando a salir. 

- De... De acuerdo iré contigo.- bajó la guardia.

El hombre levantó el rostro con una sonrisa amable, extendiendo la mano.

- Pero... Pobre de tí si esto es una clase de estafa y quieras hacerme daño, puedo defenderme y no dudaré en matarte.- aclaró.

- No te preocupes no tengo esas intenciones contigo, esa actitud es la que necesito.- ambas miradas chocaban.

La chica acercó su mano con duda aún para estrecharla con aquel hombre hasta que al final lo hizo.

。⁠☬ LABIOS ROJOS ☬⁠。 - BAJI KEISUKE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora