Rosa negra ♥-Continua-

Capítulo 30

Y entonces yo tenía aquí en mis manos sus alas , las alas que le habían sido arrancadas alguna vez, las que llevan esperanzas y sueños muertos, no tenía palabras, me estaba entregando en si, de esa manera un trozo de su ser, de donde se suelda su carácter.

Si en ese momento mis emociones estaban a mil, lo que me hacía más frágil,  en ese momento lo tome de su cara y bese su frente el me tomo a horcadas y me colocó encima suyo, yo lloré, lloré por el, por su carga, lloré su dolor, lloré por mi, porque sabía que yo también tenía un dolor fuerte, y también lloré porque yo tenía sobre mi espalda la obligación de hacerlo feliz, lloré porque a un pequeño niño se le arrebato la felicidad, lloré porque aunque fuera por un momento el merecía la ilusión de ser feliz, el estaba roto por dentro y sin embargo me estaba entregando su corazón echó trizas a mi para levantarle, quería dormir a mi lado por la madre que nunca tuvo, la amiga que quizás le abandono por ser retraído y reservado,  la novia que jamás obtuvo y la esposa que nunca encontró, tratando de hallar la paz que le robaron, buscando el amor que nunca le brindaron, el apoyo que nunca se canso de esperar, pero lo que más me sorprende es que el jamás se dio por vencido....

-Pequeña porque lloras-me susurro dulcemente al oído y me abrazo aún más fuerte-

-Porque yo se lo que significan estas alas Caleb-dije en un susurro casi inaudible

-Es un acto de entrega pequeña solamente-dijo acariciando mi columna vertebral que la separaba una fina tela de su rose-

-Y lo dices así....tan simple, como algo casual? -dije con un tono exasperado en mi voz

-Shhhh pequeña, tranquila, solo te entregó las alas que un día me fueron despojadas, llevalo siempre contigo déjame ponertelo mi niña

Me di la vuelta y me sostuve el cabello se veía preciosa, era una cadena de plata pura con un par de alas

-Esto te recordará que eres mi ángel guardián Abril, que me haz rescatado del abismo, que me tienes embrujado

-Caleb no se que decir, lo único que tengo en mente ahorita es un gracias sincero, y de corazón, que te lo digo yo

En ese momento el se quedo en silencio mirándome fijamente a los ojos, sus ojos grises arrasaban y me quemaban la piel, empezo a pasar sus dedos por el contorno de mi cara, cerré los ojos ante el contacto de sus manos con mi piel, el recorrió mis párpados, mis cejas, mi pequeña nariz, y así prosiguió por todo mi rostro mientras nos mirábamos, esto era algo diferente, es notoriamente una sensación ajena a mi, no se como explicarlo, pero al recorrer con la yema del dedo mis labios cerró los ojos y casi en un gruñido en mi oído me dijo

-Abril no tienes ni una idea de lo que me provocan tus labios, venderia mi alma al mejor postor solo por rosarlos , aunque sea medio segundo-mientras decía eso paso su calida mano desde el tobillo hasta mi muslo lo que me hizo soltar un gemido ahogado-

-Basta Caleb, basta, me quedaré contigo pero no de la manera que deseas

Y me separe rápidamente de el y como si no hubiera pasado nada me contesto

-Abril te compre ropa y algunas cosas personales, mamá era extremadamente impecable al escoger su atuendo, vestía parecido a ti, espero y te guste

-Gracias-le dije sin mirarlo

Estaba demasiado avergonzada por lo que paso, osea que cojones me pasa, joder, dejo que un tipo ande ahi por la vida metiéndose en mi vida y tratando de seducirme, opte por un vestido a flores entallado y unas sandalias bajitas, me propuse a tomar una ducha, el es un de repente tan tierno, pero me....aggggh....como lo digo....no es enojo sino más bien rabia de lo seguro de si mismo y lo sexy y malditamente perfecto que es lo odiooooo....eso creo

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