-Buenas noches Miwa- dijo mi madre con un tono muy tranquilo
-gracias, igualmente- un vez mi madre salió, me acomode para dormirme y así lo hice, sin embargo me levanté a eso de las 12 porque tenía sed, así que bajé a la cocina, tomé un vaso y me serví agua, subí a mi cuarto con el vaso en mano y dando uno que otro trago, entre a mi habitación y cerré la puerta, la luz de la luna entraba por la enorme ventana que estaba cerca de mi cama, dejé el vaso sobre la mesita de noche de madera que tenía a lado , me subí a la cama, pero como no tenía sueño, encendí una vela y tome el libro que tenía a lado con intención de ponerme a leer, pero entonces algo chocó contra mi ventana, dejé el libro y me acerqué a ver que era, y pude ver una pequeña ave de madera con una nota en el pico, algo extrañada abrí la ventana y tome a la figurilla que tenía una manejilla para darle cuerda, saqué la notita de su pico, la desenrollé y desdoble para poder leerla
"Te veo en el tejado del palacio de Suna, por favor no demores mucho, te estaré esperando, por favor trae el ave de vuelta"
Me pareció un poco raro que no tuviese alguna dedicatoria o firma, pero en fin, creo que no me podré dormir en un buen rato, así que no pierdo nada en ir, solté un suspiro, deje al ave y la nota en mi escritorio y me dirigí hacia mi armario, me coloqué un brassiere una camisa de red de manga larga, una camiseta de tirantes blanca encima, unos pantalones negros algo sueltos y el pelo en una coleta alta, dejando mi fleco suelto y dos machones de las patillas enmarcando mi algo pálida tez, me coloqué un un moño negro sobre la liga, este hacía demasiado contraste con mi pelo, que era básicamente lo único que se veía con claridad en la noche, eso y mi camiseta, debido a que ambos eran blancos, unos aretes morados y mi collar "de la suerte" morado tambien, solo que era un morado claro, como un lavanda, el cual combinaba con mis ojos, que eran entre morado y azul, tome una cangurera gris en la que guarde el juguetillo y un par de kunai por si acaso y mi banda reguladora en el muslo izquierdo, una vez cerré mi armario salí por la ventana; iba saltando por los tejados para llegar a tiempo, cuando estuve cerca pude ver la silueta de un chico como de mi edad, entre los 14 y 15 años, este estaba sentado en el techo del palacio de Suna, y era la única persona ahí así que supuse que era el quien había enviado la nota, una vez llegue al tejado pude ver claramente una cabellera pelirroja y un chaleco café, de los que usan los que ya son chunnin, camine hasta su lado y me senté con las piernas estiradas y apoyándome en las manos a lado del chico
-Miwa?- pregunto una muy serena voz que yo conocía a la perfección
-Sasori!- dije casi gritando y me lancé a abrazarlo, el era mi mejor amigo y tenía ya un tiempo sin verlo, el me otorgó una media sonrisa cuando me separe de el, yo reí un poco, el era mucho mas calmado y tranquilo que yo
-porque estas vestido así?- pregunté curiosa porque traía su "uniforme" por decirlo así
-acabo de regresar de una misión, y tu? por que tan preparada?- me pregunto observándome de pies a cabeza
- por que alguien no dejo firma en la nota y tenía que estar preparada para lo que sea- el chico negó con la cabeza un poco y miró hacia las estrellas
- dime algo, quien mas enviaría títere de cuerda a tu casa a las 12 de la noche para que salgas?- reí un poco, el tenía razón, nadie mas haría eso
-cierto...- dije en un suspiro y me deje caer para quedar acostada, Sasori me miró, suspiró e imitó mi acción quedando a lado mio -sabes, te había extrañado mucho, de hecho llegué a pensar que te habías olvidado de mi- dije suspirando un poco triste, Sasori se giro quedando acostado de lado
-escúchame si?- me giré quedando como el - yo jamas te olvidaría, por nada del mundo, y... aun que quisiera, no podría-
-por que?- pregunté curiosa
- como olvidar a alguien que es linda, risueña, espontanea, cariñosa, tierna, inteligente, comprensiva entre otras muchas cosas mas, como olvidar a esa niña que hizo tu vida no fuese un martirio por la muerte de tus padres, esa que es la única que me ha escuchado soltar una carcajada al aire, esa con la que me olvido de mis problemas, esa que hizo que yo deseara que cada segundo fuese eterno, como olvidar a alguien... como tu- dijo tranquilo con un brillo especial en sus ojos, su sonrisa era algo rara, no era falsa ni fingida, solo era diferente, su mirada no reflejaba la misma tristeza que antes, era mas dulce -ay Miwa- dijo en un suspiro soltando una risa nerviosa
-e-en serio p-piensas eso de... d-de mi?- dije con la voz algo quebrada por los nervios, sentía como si un millón de mariposas volaran por mis entrañas y como si mil colores se me subieran a la cara
-Miwa, tu sabes mejor que nadie cuanto odio mentir, por que habría de hacerlo ahora?- dijo bastante seguro y tranquilo - pero sabes, tienes razón eso no es lo que en verdad pienso de ti- al oír eso me sentí realmente mal, ese había sido un golpe bajo, demasiado diría yo - porque lo que pienso de ti no se puede expresar con palabras, ya que no son pensamientos... dime algo, quieres saber lo que pienso de ti?- con mucho miedo y bastante tímida asentí con la cabeza -primero, levanta la cabeza- obedecí sin rechistar -cierra los ojos- lo hice, sentí que se paró, por un momento pensé que se iba a ir, sin embargo, pude sentir otra respiración muy cerca de la mía, era un aliento cálido, una mano me tomo por el hombro y me sentó, otra me tomó con delicadeza la mejilla, luego pude sentir el contacto de sus labios con los míos, eran cálidos y dulces, no pude evitar tensarme un poco, esa era una sensación maravillosa, simplemente inexplicable, si antes sentía mil mariposas, ahora había todo un zoológico ahí adentro, casi sin separar los labios susurro suavemente y solo para mi
- tranquila, te prometo que te protegeré siempre, por que... eres mi mas bella obra de arte, mi más amada muñeca- esa fue la gota que derramó el vaso, esas palabras, sonaron tan dulces, tan tiernas, tan sinceras, unas cuantas lagrimas escaparon de mis ojos cayendo en nuestros labios, entonces, para acabar de eliminar el casi inexistente espacio entre nosotros, fundiéndonos en un hermoso, dulce y tímido beso, el cual mis labios no tardaron en corresponder, nuestras bocas encajaban a la perfección, como si los hubiesen hecho para estar juntos, en ese momento, sentí que si alguien buscaba en un diccionario la definición de "arte" o "perfección" habría una imagen del momento, desgraciadamente, debido a la falta de oxígeno nos separamos, pero no totalmente, yo seguía con los ojos cerrados y pude oír una pequeña risa de su parte -te ves tan linda así, tímida, tierna, indefensa, como una niña pequeña, como MI niña pequeña- dijo con gracia recalcando la palabra "mi", no podía pensar con claridad, era demasiado para procesar, Sasori, mi mejor amigo de toda la infancia, aquel que siempre me apoyó y ayudó, aquel con el que he pasado mis mejores experiencias y quien me ha consolado de las peores, justo cuando pensé que se estaba olvidando de mi, me dice mil y un cosas hermosas y luego me roba mi primer beso, el cual por cierto también fue el suyo, no se que decir, me siento tan estúpida, ni siquiera puedo abrir los ojos
-Sa-Sasori, p-por q-que?- pregunté, o mas bien, tartamudee por lo nervios, tenía el corazón a mil por hora, todos mis órganos internos se revuelven por todos lados, por que? no lo se, yo nunca me paré a pensar si sentía algo por el o por alguien mas, siempre he preferido disfrutar los momentos sin darle muchas vueltas a las cosas
-hmm... parece que no has entendido, te lo repetiré, a ver si te queda mas claro-dijo y esta vez prácticamente se lanzó a mi, envolviéndome en sus brazos para no lastimarme, quedando el encima mio, dándome otro beso, en este caso el beso no era tan tímido, seguía siendo dulce y tierno, pero no era igual de "inexperto" que el anterior, por así decirlo; una vez nos separamos y el rió juguetonamente -ya te quedó claro?- abrí los ojos bastante tímida y lo pude ver con una sonrisa de lado como diciendo "gane!", tenía los codos apoyados a mis costados y el estaba literalmente encima mío, asentí tímidamente y me dio un pequeño beso en la frente, asiendo que yo me "chiveara" y me cubriera la cara con el ante brazo y el rió, al parecer todo lo que yo haga le da algún tipo de ternura -que te quede clara una cosa princesa- me dijo quitándome los brazos de la cara - yo, Akasuna no Sasori, te amo- dijo y en un tono lento y firme, como si estuviese haciendo la declaración mas importante del mundo
-Yo también te a...- todo se volvió negro y la luz empezó a calarme los ojos, temerosa del resultado, decidí abrir los ojos, estaba en mi cama, en mi cuarto, miré a mi lado y pude observar mi laptop, sumamente dolida abrí mi armario, no había una banda regulatoria, miré por mi ventana pude ver una ciudad normal, no había arena ni nada por el estilo, suspiré triste, todo había sido un sueño, tome la pequeña computadora, la abrí y entré a mi facebook, tenía un mensaje de... SASORI?!?
"tranquila princesa, volverás a soñar".