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Los horarios que Seo había establecido eran de lo más cómodos, había buscado que no intervinieran en sus actividades universitarias, que no terminaran muy tarde y que lograsen darle un tiempo de descanso adecuado a su cuerpo; incluso había conside...

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Los horarios que Seo había establecido eran de lo más cómodos, había buscado que no intervinieran en sus actividades universitarias, que no terminaran muy tarde y que lograsen darle un tiempo de descanso adecuado a su cuerpo; incluso había considerado el tiempo de traslado de la universidad a su casa y los días en los que parecía llevar materias más pesadas. Era el trabajo de un profesional.

Le dijo qué materiales iba a necesitar, y vaya que no era demasiado: bandas elásticas, una pelota de yoga, una rueda para abdominales, tapetes y cosas por el estilo, lo único complicado era una barra para dominadas, debía contratar a alguien que la instalara, o igual podría pedirle a MinHo que le ayudara y aprovechar el rato para platicar con JiSung.

Sí, era un genio.

Llamó a JiSung, no habían salido ni hablado desde la ocasión en que se reunió con Seo, ya habían pasado un par de días, solo esperaba que no se hubiera peleado - de nuevo - con MinHo, prestarle al mayor la consola y prepararle brownies era más sencillo que buscar a alguien para hacer el trabajo en su casa.

¿Lix? Hi, cutie, how's it going?

— Estás de buen humor hoy, ¿pasó algo bueno?

No tiene que pasar algo bueno para saludar con cariño a mi mejor amigo de toda la vida.

Parecía demasiado sospechoso.

Ji, ¿con quién hablas? — esa era la voz de MinHo — Vuelve a la cama.

Ah, era eso. Bueno, al menos no habría problema en llevar a cabo su plan.

— Espera, estoy hablando con Felix — se escuchó un murmullo que sonaba más a berrinche a través del teléfono — Lix, cariño, estoy con MinHo ahora, y ya sabes cómo se pone, ¿me das unas horitas? Voy a tu casa, solo tengo que atender al niño aquí un rato.

— Sip, claro, no hay problema, ¿puedes traer a MinHo? Necesito que me ayude con unas cosas acá.

¿A MinHo? — hizo una pausa en la que probablemente miró al chico para esperar su respuesta — Dice que está bien, pregunta si necesitas que lleve algo.

— Necesito que me ayude a instalar un equipo para entrenar.

Oh, lo de Seo, ¿salió todo bien? ¿Qué te dijo?

— Te cuento cuando vengas, pero sí, salió todo bien. El chico es muy amable.

¡Qué bueno! Me alegro muchísimo, en un rato llegamos allá, llevaré cheesecake y fresas, te veo al rato, ¡te amo!

— ¡Hey, se supone que eso me lo dices a mí!

— Sí, corazón, lo que tú digas, levántate ya, ¡nos vemos, Lix!

Sip, ¡también te amo! — estaba seguro de que JiSung tenía el altavoz y de que MinHo estaba terriblemente ofendido en ese justo momento — No te sobre-esfuerces, ya sabes.

Gym en casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora