Desde que se adentró en el mundo del arte se cuestionó sobre sus propias habilidades, fue hasta que conoció a aquella persona que lo inspirará.
Los personajes le pertenecen a Gege Akutami.
➩𝑨𝒖
En un pequeño apartamento de Tokio, Suguru Geto se encuentra perdido en un mar de lienzos vacíos y sueños rotos. Una vez un prometedor artista, ahora se siente atrapado en la rutina de la mediocridad, sin inspiración ni motivación para crear.
Sus días transcurren en una monotonía desesperanzada, no ganaba dinero, porque nadie quería comprar sus lienzos, se estaba desesperando y sumergiendo en la oscuridad, perdía la motivación.
Se encontraba nuevamente con un pincel en la mano, mirando el lienzo vacío, pensando en que podría hacer. Lanzó el pincel al suelo y se echó en la cama, estaba desesperado, no estaba progresando, no entendía como se pudo venir todo abajo, si le estaba yendo realmente bien, quería lanzar todo al suelo, y olvidarse del arte, pero no podía, eso le apasionaba, lo había estudiado demasiado...
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por una llamada, Shoko Ieri, su amiga de la adolescencia. Ella siempre se encontraba ocupada, así que era raro que le llamara.
Después de ver por unos segundos a su celular, sin ánimos respondió la llamada.
-Hola.-Dijo de forma seca el azabache-.
Hubo silencio durante unos segundos.
-Que frío, casi me congelo.-Dijo Shoko de forma sarcástica-.
Se escucho al azabache suspirar del otro lado del celular.
-Lo siento, sabes que me encuentro algo frustrado ahora.
Una risa pudo escuchar.
-Lo sé, lo sé. Por eso te tengo una noticia que te va a animar.
-¿Qué es?
Shoko tiró su cigarrillo al suelo, y lo aplastó con su pie, para continuar;
-Una galería de arte local aceptó poner en exhibición uno de tus cuadros.
Suguru se levantó de la cama con sorpresa.
-¿Qué?
-Tuve que insistir mucho, pero lo logré.
El azabache rascó su nuca, eso significaba que estaba emocionado y ansioso.
-Si estuvieras aquí te abrazaría.
La chica curvo sus labios en una sonrisa al otro lado del celular.
-No he terminado de hablar... Dijeron que no era tan bueno, y tienes hasta octubre para entregarles un nuevo lienzo, y esperan mucho de él.
Ambos se quedaron en silencio, así que Shoko se vió obligada a continuar.
-Pero no te molestes, puedo cancelar sé que no estás en tu mejor momento.
-¡Lo haré!
Shoko sonrió.
-Tengo 5 meses... Lo haré.
-Eso espero. Bien, por mí eso es todo, nos vemos.
-Hasta luego.
Terminó la llamada y Suguru nuevamente se echó en la cama, esta vez estaba más entusiasmado y nervioso. Él realmente no sabía si podía hacerlo, pero sus impulsos lo obligaron a aceptar la oferta.
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