Un Ángel En Las Manos De Un Demonio | Yoonmin

𝐃-𝟏

Park Jimin, un Joven de 24 años que es privado de su libertad, y todo por su madre a pesar de tener una edad ya avanzada ella seguía teniendo poder sobre él, él no tenía mamitas agudas él dejó de tenerla a los 18, cuando se dio cuenta de los abusos que su madre tenía bueno tiene sobre él.

Trabaja y todo, pero todo eso es controlado Por su madre, luego de que su padre lo dejara con 5 años de edad, empezó el infierno para él, su madre lo culpa de su padre se fuera, pero a pesar de que trata de que no le afecte muchas veces es imposible.

En su tiempo de niñez lo único que en ese momento conoció fueron unas cuatro paredes sin pintar y con grietas, la única persona que conoció a excepción de su madre fue a su maestro que le enseñó lo básico leer y escribir.

Sus pies jamás posaron un kínder o una escuela peor un colegio, era titulado, pero ni él sabía cómo su madre logró eso, después de los 18, su madre lo obligó a trabajar algo que le agradece porque a si no puede verla, aunque ya se hubiese ido de la "casa" ella siempre lograba encontrarlo y lo manipulaba.

Muchas veces se preguntó ¿qué se sentiría ser libre? Ser libre de verdad, sin estar con el temor que algún día su madre lo encontrará y le digiera cosas hirientes.

Pero hoy sería diferente, por primera vez en sus 24 años le diría a su madre que ya no sería su títere, aunque lo golpeara, no se rendiría lucharía por su libertad, una libertad que ella llama patética.

-¡JIMIN! - escucho a su madre gritar desde la sala, se miró al espejo respiro profundo preparado para lo que se vendría -¡JIMIN, RÁPIDO QUE NO TENGO TODO EL PUTO TIEMPO! - escucho de nuevo a su madre.

-Ya voy... Madre - susurro para sí mismo, ya que tenía estrictamente prohibido gritarle a su madre, con un poco de pereza salió sé su habitación y se dirigió a la sala - ¿Necesitas algo Madre? - pregunto con una sonrisa, sonrisa que su madre le obligaba hacerla.

-Pura una mierda, ¿eres sordo o qué? - le dijo mientras miraba la tele - escucha ballena, necesitó que me traigas agua pero de volada, que necesito concentrarme en el programa - había olvidado que su madre lo llamaba "ballena" ella decía que era porque estaba "gordo", hubo un tiempo en el que ni se podía ver en el espejo porque en su mente aparecían los apodos de su madre.

-¿Deseaba algo más? - trato de no llevar sus manos a su pecho para reprimir el dolor que sintió, esta negó por lo que de inmediato se dirigió a la cocina.

Tomó un vaso para llenarlo de agua, en la isla miro un polvo blanco, su madre lo inhala por la nariz, según ella era su medicina, era tonto, pero no lo era tanto, sabía que eso era droga.

Con temor agarro la bolsita blanca para poder echarla toda en el vaso, su madre no se enojaría por darle su medicina, teniendo todo listo llevo el vaso haya donde estaba su madre.

-Hasta que al fin llegas, pensé que te habías muerto por lo gordo que estás - dijo burlándose de él - Retiraré que me estorbas - tomó el vaso de sus manos para darle un gran trago.

Había notado que la droga a su madre le daba un efecto raro, siempre caía dormida luego de una hora, según ella era normal. Sin más se fue a su habitación a estar aburrido y pensar una mejor manera en decirle a su madre su plan.

Luego de dos largas horas, le pareció raro que su madre no lo estuviera llamando, con preocupación salió de su habitación para ver qué sucedió con su madre ¿se habrá ido? Pensó, aunque era raro, ya que ella siempre le avisaba.

Cuando llegó a la sala, miro a su madre rondando, por lo que sabía que se durmió. Trato de levantarla porque ya se acercaba la hora de la merienda, era un sábado y según su madre a las 5:39 pm tenía que tomar su "medicamento".

Luego de unos largos 10 minutos se rindió, estaba apuntó de irse cuando una idea cruzó por su mente, observe la puerta principal, y una adrenalina inexplicable apareció en mi cuerpo, lentamente me acerque a la puerta con mi corazón apuntó de salir. Tome la perrilla para girarla y abrir la puerta.

Se sintió un aire diferente, era fresco y eso le gusto, con temor dio un paso adelante dejando todo su cuerpo fuera de la puerta, con cautela cerro la puerta.

¿Un pequeño paseo no le haría daño, verdad?

Estaba perdido... Nada sorprendente para él, muchas veces que salía solo y su madre no podía acompañarlo se perdía solo que esas veces solo llamaba a su madre porque esta le dio un teléfono, pero solamente era cuando iba a trabajar para nada más.

Se asustó porque no tenía nada, ni siquiera su número de identidad, hoy si iba a morir de hambre, eso de adulto independiente no le quedaba muy bien.

De pronto se sintió desesperado, ya llevaba minutos parado y eso lo desesperada, trataba de mantener la tranquilidad, pero esta ya no estaba en su sistema. Las personas pasan y lo miraban como si fuese un bicho raro.

Toda esperanza desapareció cuando empezó a sentir gotas que caían del cielo, comenzaba a llover y las personas empezaron a correr, las calles quedaron solas y la lluvia empezó a empeorar, un fuerte aire le hizo agacharse y encogerse.

Sus piernas estaban entumecidas, y sin soportarlo comenzó a llorar, ya no aguantaba el frío ni mucho menos el hambre que sentía.

13 de mayo de 2024
11:09 AM