Capítulo 1

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"Lo peor de no perdonar es la incapacidad de poder olvidar."

"Dorian:
           
             Ya pasaron dos meses desde la última vez que te escribí y casi cuatro meses desde que te fuiste. Aún sigo enojado, pero sé que no es tu culpa. Pudimos despedirnos y eso es reconfortante de algún modo.
Sin embargo a veces sigo culpándome por lo que te pasó. Y creo que nunca podré dejar de hacerlo.

Maddy sigue preguntando por ti y yo nunca sé qué decirle, es entendible, sólo tiene cuatro años. Es duro ser el hermano mayor.
En cambio mamá y papá se ven más unidos, eso es bueno. Sé que te extrañan al igual que yo.

Mañana empiezan las clases y será la primera vez que esté solo. Eras mi mejor amigo, Dorian. Terry se volvió popular y dejó de hablarme, Mark… Él también se fue. En fin, deséame suerte donde quiera que estés.

                               Te extraña, Alex."

•••


Alex Dominique Pinewood.

Ese es mi nombre. O así está en mis documentos.

La doctora dice que escribir va a ayudarme con el duelo. Pero también dijo lo mismo de los antidepresivos, así que no creo que lo haga realmente.

Pero tal vez… tal vez sí me ayude cuando me sienta perdido.

Intenté escribirle cartas a mi hermano. No me sentía muy bien con ello la verdad, pero a veces lo hago.
Aunque todavía no logré descubrir si en serio está ayudándome o si sólo empeora las cosas.

Como sea, todo está listo para empezar el castigo llamado "preparatoria" mañana. Con suerte nadie sabrá lo que pasó en el verano, estoy en una nueva ciudad, no salí de casa ni conocí a nadie nuevo salvo el vecino, nadie tendría por qué saberlo ¿No?

•••

Sí, dije "con suerte" ¿Cierto? Parece que es demasiado pedir.

Los pasillos se encuentran aglomerados de personas, con cientos de ojos mirándome como el "bicho raro" que soy ahora.
No sé si es ansiedad, sugestión o si de verdad saben quién soy o lo que pasó.

Por suerte durante la primera clase pasé algo desapercibido gracias a un muchacho que llamó la atención por burlarse del profesor, fue bastante ingenioso la verdad. Se hizo pasar por el estricto profesor, pero éste lo descubrió in fraganti.

–Patrick Williams, no me haga regalarle venir el sábado como castigo el primer día del ciclo.

–¿Es una cita?¿Debería hacerlo esperar, profesor?– Fingió coqueteo, mientras imitaba una expresión de sorpresa hacia el alumnado.

Todos se rieron, yo también. Un poco.

–Siéntese Williams o ganará un castigo.

El chico rodeó el escritorio del profesor y caminó hasta llegar a su lugar, y por un momento, estoy casi seguro de que sonrió viendo hacia mí.

El profesor se sentó en su silla y pegó un grito. Todos estaban aguantando la risa menos yo que no entendía nada. Bueno, casi todos se contuvieron, pero el chico llamado Patrick estalló a carcajadas y por consiguiente, todos los demás.

Alguien había puesto alfileres en el asiento del pobre maestro.

–¡Williams, se ganó un castigo el sábado y una visita a la dirección!

Castigados: El Club De Los Rebeldes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora