Maté Al Jugador De La Academia

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༺ Lunia Arden (1)༻

  Se erguía alta y orgullosa con su físico duro e imponente. Su espalda era tan recta que parecía sostenida por un grueso bastón y su larga melena negra le llegaba hasta la cintura.

  Los botones de su traje negro azabache estaban todos desabrochados excepto los pocos que rodeaban su pecho, lo que dejaba al descubierto sus voluptuosas líneas, pero desprendía un aura digna que lo eclipsaba.

  Una heroína.

  Era como si esa palabra se hubiera creado únicamente para ella.

  - ¡Flop!

  El monstruo se desmoronó lentamente en el suelo después de que la espada atravesara la cabeza del caballo hasta llegar a su jinete.

  La bestia demoníaca de grado 1, "Dullahan", que había estado presionando a Alicia hasta sus límites, murió en un abrir y cerrar de ojos. Aunque fue un ataque sorpresa, sólo alguien como Lunia, que estaba al nivel de un Caballero de Grado semi-Único, sería capaz de derrotar a un monstruo tan sensible de un solo golpe.

  "U, unni..."

  Era la heroína contemporánea, Lunia Arden.

  Sus ojos marrón azulado, su elegante conjunto de rasgos faciales, así como sus características físicas hasta las piernas - incluso de un vistazo, era fácil detectar las similitudes entre estas dos hermanas.

  Sin embargo, desprendían una atmósfera totalmente distinta. Eran tan diferentes como un tigre y un roedor.

  A diferencia de la mirada inocente y cálida de Alicia, Lunia tenía un aspecto tan afilado y frío que la frialdad parecía afectar al aire circundante.

  Lunia abrió la boca sin siquiera ocultar su animosidad contra su hermana menor, Alicia.

  "Eso fue patético. ¿Por qué no retrocediste después de ver al Dullahan? ¿Por qué no exploraste antes al enemigo? Y lo más importante, ¿por qué ese miserable ataque?".

  Coaccionó a Alicia con su voz. La frialdad de su expresión y el desprecio de su mirada eran tan intensos que nadie sería capaz de olvidarlo después de recibirlo ni una sola vez.

  "S, lo siento..."

  "Basta. El resultado de tus acciones forma parte de tu responsabilidad. Unas palabras de disculpa no van a ser suficientes. Ten en cuenta que tu descuido fue lo que puso en peligro a los soldados que te habían seguido por desconfianza."

  "Sí..."

  Alicia se encogió e instintivamente bajó los hombros cuando el lomo de la espada de Lunia golpeó su brazo como un látigo.

  "¡Uf...!"

  "Un espadachín de Arden debe mantenerse erguido en todo momento".

  "¡Y, sí...!"

  Parecían más un superior y una subordinada del ejército en lugar de hermanas. En verdad, esa era la cultura básica de la casa Arden.

  Bueno, en realidad eran más como un grupo de gángsters que los militares.

  "Pero aún así... pensar que hay alguien que no está dispuesto a ayudar a su camarada en apuros".

  Lunia dirigió su aguda mirada hacia mí. Puede que se diera cuenta de que estaba observando a Alicia mientras fingía tener las manos ocupadas.

  Sin embargo, pronto se apartó de mí como si no quisiera molestarse en discutir sobre ello.

  Al cabo de un rato, varias espadachinas trajeadas se alinearon ordenadamente frente a ella.