oyasumi, megumi|| fushikugi

itazura

En la escuela de hechiceros se encontraban yuji y kugisaki hablando sentados en unas de las muchas escaleras, al toparse con megumi, lo incluyeron velozmente.

Mañana cargaras mis bolsas, tengo pensado ir a Prada a por la nueva colección- sentenció kugisaki la cual ya estaba decidida

Te refieres a mí?- yuji sentenció pero a los segundos las mujer negó con la cabeza y señaló al azabache

¡Megumi!- exclamó

El solo se dirigió con un semblante serio, normal en el, ella actuó indiferente.

Oíste lo que dije?

Lo de que cargaba tus bolsas?-La mujer asintió mientras megumi decía eso.

¿Ves? El si atiende-replico hacia yuji, el cual ya había vuelto a su mundo

Mientras lo decía se juntaba hasta llegar a compartir un abrazo iniciado por nobara y poco correspondido por fushiguro.

El veía la gran sonrisa que llevaba kugisaki tatuada en la boca. Sin mucho esfuerzo, dio una pequeña sonrisa también. La miraba alucinado, ella era parte de su mundo. Si ella caía, el lo haría sin dudarlo también.
Sostendría todas las bolsas de Versace y balenciaga sin rechistar,lo cual era algo que nunca pensó imaginar. Hasta su maestro había sido obligado a cargar con pequeñas bolsas de Gucci.

¿Esto sería amor? Pensó. Lo negó rápidamente, kugisaki solo era una amiga. Quizá itadori la quería de la misma manera. Volviendo al momento y dejando sus dudas atrás, Ninguno se dió cuenta de las mejillas sonrosadas y la diminuta sonrisa a excepción de gojo. Quien veía todo desde las sombras

Horas después, en una de las aulas. Itadori de encontraba pegando unas luces leds que encontró en un puesto de segunda mano. Las cuales, estaba sorprendentemente bien asique pagó y las trajo para ponerlas sobre el techo. Nobara, sostenía la escalera que mantenía a su amigo con equilibrio. Fushiguro vigilaba la puerta a petición de los 2 adolescentes, se suponía que esto era secreto.

Al terminar de colocarlas las encendieron y la habitación se inundó de corriente color azul ¡Servian!

Bajaron la intensidad y se tumbaron en el suelo fascinados.

Valió la pena?- fushiguro preguntó

Obviamente ¿No lo ves?, quedó...como decirlo- itadori pensaba la palabra

¡Precioso!- agregó kugisaki

Gojo entró al aula en ese instante. Aunque fuese con las vendas, se había supuesto esta sorpresa. El pelirosa apagó la luz de las leds mientras sus compañeros se sentaban escondiendo los cojones y mantas que tenían escondidas por la clase para crear su refugio los días que no tenían misiones

¿Quien ha sido el de la idea?- dijo gojo con un tono imperativo.

Tanto megumi como kugisaki señalaron a yuji, quien recién comenzaba a sentarse.

Hmm, bueno, tendría que agradecer el que tomes el tiempo de arreglar este aula. Has tenido mucho ingenio para colar todas esas cosas, no le diré a nadie- sentenció el peliblanco

Los 3 adolescentes suspiraron aliviados

Gojo se sentó y cambió de tema rápidamente:

Por cierto, ya os han asignado una misión. Saldréis mañana en la madrugada, os acompaño yo. Vamos a un hospital a las afueras, habrán maldiciones de máximo 1er grado, si se os complica llamadme.
Me han encargado como supervisor de la misión- dijo con alegría

¿Cuantos días serán?-pregunto nobara acariciando sus cabellos castaños

No hace falta que lleves mucho, solo el uniforme, ropa cómoda, pijama y los martillos y clavos.- sentenció gojo dándole unos golpes en la cabeza