El plan maestro

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En el majestuoso reino de Aetheria, donde la opulencia y la grandeza eran tan comunes como los rayos del sol, se gestaba un plan ambicioso que amenazaba con sacudir los cimientos de la familia real. Hyunjin, un joven astuto y sin escrúpulos, contemplaba desde las sombras su camino hacia el poder absoluto.

Hyunjin, conocido entre los nobles como un consejero sabio y leal, había ascendido rápidamente en la jerarquía de la corte. Pero bajo esa fachada de lealtad se escondía un corazón codicioso y despiadado, un corazón que anhelaba el trono de Aetheria.

Su primer paso había sido ganarse la confianza de la matriarca de la familia real, Kim Suryeon. Viuda y sabia, la reina Kim confiaba ciegamente en Hyunjin, sin sospechar siquiera las sombras que se cernían sobre ella.

Hyunjin se movía con gracia entre los salones, sus palabras dulces y su sonrisa encantadora ganándose el afecto de todos aquellos que se cruzaban en su camino. Pero mientras la corte celebraba su llegada, Hyunjin tejía una red de engaños y manipulaciones que lo llevarían hacia su objetivo final.

Desde pequeño recuerda haber sido despojado de todo junto a su familia, siendo desterrados por el señor Kim quien, a comparación de su esposa, era un hombre lleno de odio y codicia, siempre envidiando el poder de otros, por lo que al descubrir el poder que los Hwang podían llegar a tener, decidió terminar con todo aquello que fuera una amenaza para él. Hyunjin aún recuerda como Kim Siwon se reía de la desgracia de su padre, a quien le provocó un infarto en la última pelea que tuvieron debido a la gran estafa que el rey Siwon había planeado en contra del rey Jihoo quien era dueño de la mitad del reino que ahora compone a Atherea. Siwon había puesto a todos en su contra y en un engaño le hizo firmar un papel que le cedía todo su territorio, terminando así con la vida y riqueza de los Hwang. Su madre al no soportar la perdida de su grande amor cayó en una profunda depresión que fue muy difícil para Hyunjin poder sacarla de ese oscuro estado, ninguno de sus esfuerzos funcionó ya que termino suicidándose, dejando a un Hyunjin de 15 años que tuvo que aprender a sobrevivir bajo aquel mundo lleno de injusticias y crueldades.

Mientras el pelinegro planeaba el robo del trono, Hyunjin decidió dirigir su atención hacia el heredero de la familia Kim, Seungmin. Con sus modales refinados y su carisma natural, Seungmin estaba destinado a convertirse en el próximo Rey de Aetheria. Pero para Hyunjin, aquel rubio era simplemente un peón en su juego de poder. No podía negar que el príncipe parecía inocente de todo cruel pasado, pero sabía que él era parte importante del plan y no le importaba destruirlo a costa de sus propios intereses.

Con una habilidad magistral para la seducción, Hyunjin envolvió a Seungmin en una red de falsas promesas y halagos. Poco a poco, el heredero caía bajo su hechizo, sin sospechar siquiera las verdaderas intenciones de su consejero más cercano.

Lo he visto admirar las flores del jardín todos los días, disculpe el atrevimiento, pero debo decirle que usted destaca a pesar de estar rodeado de todas estas hermosas flores, su belleza es la que ilumina todo este jardín – Hyunjin se atrevió a decir, sonriendo en el fondo al obtener la respuesta esperada. Un Seungmin sonrojado evitaba su mirada.

No sabía que podía halagar de esa forma a una persona, señor Hwang – la elegancia y delicadeza de Seungmin se mostraba en cada uno de sus movimientos, por lo que era un deleite poder interactuar con alguien como él, pero Hyunjin ignoraba aquel brillo del próximo rey, él quería su corona.

Disculpé si lo ofendí, sólo me fue inevitable expresarle mis pensamientos – dio una reverencia y decidió alejarse, pero antes de perder de vista a Seungmin, las cosas iban de acuerdo con el plan.

No me ofendió, me ha gustado... es la primera vez que alguien me dice algo tan bello – Seungmin le brindo una hermosa sonrisa que hizo que por un momento el cuerpo de Hyunjin se desestabilizara. El pelinegro optó por devolverle la sonrisa y retirarse dejando a un Seungmin interesado en el consejero de la familia.

Pero entre las sombras de la traición y la codicia, un amor prohibido florecía. Hyunjin había encontrado en los brazos de un simple sirviente del reino un refugio para su corazón atormentado. Juntos, compartían sus sueños más oscuros y conspiraban para desentrañar el destino de la familia Kim.

Yang Jeongin siempre había envidiado la posición y atributos del heredero a la corona, Lo odiaba, sus entrañas ardían ante la presencia de aquel hermoso príncipe. Pero al ser notado por el gran Hwang Hyunjin le había subido el ego al menos lo suficiente para ayudarlo a ocupar el trono y el convertirse en el anhelado consorte que quería ser. Ansiaba llegar a tener una vida llena de lujos, ser quien estuviera arriba y tener la oportunidad humillar a aquellos que fueran inferiores a él. Ansiaba el poder que Hyunjin podía darle.

Mientras Aetheria brillaba bajo el sol de la mañana, el destino del reino pendía de un hilo. Y en el corazón de la intriga, Hyunjin tejía su tela de mentiras, listo para desatar el caos que lo llevaría hacia su anhelado trono, nadie podría detenerlo, no por nada había planeado todo con detalles, ahora seguía la parte más fácil, enamorar a Kim Seungmin.

Mientras tanto, Seungmin, se encontraba cada vez más cautivado por los encantos de su consejero de confianza. Ajeno al peligro que se cernía sobre él, Seungmin seguía ciegamente las palabras de Hyunjin, convirtiéndose en un títere en manos de aquel ambicioso hombre.

Nos vemos de nuevo señor Hwang – dio una reverencia mientras una sonrisa aparecía en su rostro de porcelana.

Es un placer verlo príncipe Seungmin, su belleza me permite dejar atrás el estrés que mi puesto trae consigo. Puede que no lo crea, pero su compañía me da tranquilidad – se acercó a Seungmin y tomó su delicada mano mientras daba suaves caricias que hacían latir rápidamente el corazón del príncipe

Usted siempre encuentra las palabras correctas para hacerme sentir bien – decidió mirar tímidamente al hombre que se estaba adueñando de sus pensamientos y sueños. No podía negar la atracción que comenzaba a sentir por aquel hombre.

Me alegra saberlo, merece bellas palabras que vayan acorde a su belleza y esplendida personalidad – decidió dar el siguiente paso y besó la mano de Seungmin quien desvió la mirada sonrojado, ese hombre lo estaba llevando a algo que no había esperado, el amor.

Me gustaría pasear con usted, si no es problema para su tiempo y ánimo – preguntó Hyunjn mientras soltaba la mano del bello príncipe quien sintió la ausencia del calor de sus manos juntas.

Sería un placer, porque no vamos ahora mismo – ahora Seungmin fue quien tomó por un segundo la mano del consejero para dirigirlo a un bello pasillo lleno de rosales que estaba terminando de florecer.

Los mayordomos y el personal del castillo comenzaban a notar las interacciones de ambos desde hace tiempo, y ahora con aquella escena no podían negar que parecían una pareja perfecta. Mientras todos suspiraban por la bella pareja, Jeongin miraba con celos y envidia, aún sabiendo que era parte del plan, no podía con aquella imagen por lo que molesto se dirigió a su habitación, donde podría sofocar sus gritos con su almohada.

I'll Make You CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora