Jeon jungkook desde muy pequeño sabía que jimin era su todo en el mundo, ese pequeño omega de pelo blanco como la nieve y sus ojos cautivadores, el ya había caído a sus pies.
-kookmin-
-namjin-
-vhope-
ADVERTENCIA ‼️ tiene contenido sensible Y explí...
Se acercaba el verano, clima cálido y muy soleado, se escuchaba el sonido del martilleo constante "tac..tac"...
Ahí estaba el gran alfa Jeon, fabricando otro de sus inventos para sus pequeños, quienes eran un terremoto andante por donde pasarán, una pequeña sonrisa se asomó al pensar lo traviesos que eran sus cachorros
-Papá...papá..está listo?, nos aburrimos con eunwoo- dijo para poner sus pequeños brazos en forma de berrinche, igual a su omega.
-Si papá queremos jugar yaaa- dijo con un tierno puchero
Demonios sabían como hacerlo caer a sus pies, pero haría cualquier cosa por sus hijos- Bueno ya termine, pero primero deben comer y luego jugaremos, trato?- dijo estirando su meñique, era una promesa
Los pequeños lo miraron con sus ojitos entrecerrados, debatiendo el trato entre ellos, pero luego cerraron la promesa con sus deditos, caminaron hasta la entrada de la cabaña la cual estaba decorada con un lindo color verde y flores por todas partes, gritaba ternura su pequeño hogar
Entraron y un delicioso olor los envolvió causando un gruñido en sus estómagos, había mucho apetito de eso no había duda.
Jimin se acercó al escuchar el sonido de la puerta y unas pequeñas voces hablando al mismo tiempo
-Hola bebés, tienen hambre prepare pie de cerezas- dijo el omega para acercarse a depositar un beso en cada mejilla de sus cachorros
-Si mami, tengo mucha hambre- dijo el más bajito apuntando su estómago
-Yo también mami- hablo su otro pequeño
-Bueno vayan a lavarse sus manos y comeremos- hablo para que sus pequeños salieran corriendo a tropezones, para ver quien era más rápido
-Y a tu alfa no lo saludaras, también tengo hambre- hablo con un puchero, para acercarse a los labios de su margarita, su perdición
-hola para ti también mi bebé grandulón- dijo para dar un pequeño beso a su alfa, quien con un movimiento ya tenia a su merced la cintura del más bajito, pero no duró demasiado cuando se escuchó el sonido de un vidrio quebrándose, así que se dirigieron hacia el comedor para evitar que esos traviesos se lastimaran tratando de remendar su accidente.
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La tarde llego con una ligera brisa, la familia se encontraba en su patio trasero, tenía ventaja una tener su casa un poco más alejada que el resto, así sus diablitos tenían mucho espacio para correr y jugar, cosa que agradecían
-Lo hiciste tu solo alfa?- Jimin hablo mirando como sus pequeños corrían entre juegos de madera y a lo lejos se veía una casa del árbol, estaba sorprendido
-Sabes que ellos son impacientes, entre más rápido mejor- soltó una risita para recostarse junto a su pareja en el pasto
-Amo lo mucho que te esfuerzas para ver a nuestro hijos felices, Te amo alfa- acariciaba los cabellos ondulados de su alfa
