La noche del deseo.

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—Hazme tuyo..—

Dijo con una voz temblorosa pero firme.

Seungmin y Bang Chan se besaron con pasión, sin preocuparse por nada más que el momento presente. La niebla exterior parecía disiparse, como si el mundo fuera a desaparecer en ese instante.

Mientras continuaban besándose, Bang Chan se dio cuenta de que nunca había sentido algo tan intenso antes.

Era como si Seungmin fuera el aire que respiraba, el sol que calentaba su piel y el agua que lo calmaba.

Después de varios minutos de besos apasionados, Seungmin se separó y miró a Bang Chan con ojos brillantes.

—Quiero más —dijo, su voz ronca y seductora.

Bang Chan asintió, sin necesidad de palabras.

Sabía exactamente lo que quería.

Seungmin se acercó a él y comenzó a desabrochar su ropa interior.

Bang Chan cerró los ojos y permitió que Seungmin lo llevara a través del placer.

Nunca había experimentado algo tan intenso antes. Era como si hubiera descubierto un nuevo mundo dentro de él mismo.

Después de alcanzar el clímax, Seungmin se acurrucó junto a Bang Chan y comenzó a susurrarle al oído.

—Nunca te dejaré ir —dijo—. Tú eres mío, Bang Chan.

Bang Chan abrió los ojos y miró a Seungmin con un sentimiento de gravedad y sinceridad.

—Eres mío también.

dijo.

—Estoy contigo para siempre, Seungmin.—

Y así comenzaron a vivir juntos en secreto, rodeados por la oscuridad y la niebla. Pero era allí donde encontraron la verdad sobre ellos mismos y sobre sus sentimientos más profundos.

Bang Chan no lo dudó dos veces y tiró al menor a la cama empezando a besarlo salvajemente.

Seungmin seguía el beso mientras desabrochaba la camisa de su mayor.

Bang Chan seguía con el beso, cada vez era más húmedo y salvaje, le tenía muchas ganas.

Poco a poco los dos quedaron absolutamente desnudos.

En un momento los dos admiraron el cuerpo del otro, el mayor comenzó a pasar su mano desde su cuello hasta todo su cuerpo tocándolo.

Seungmin no se resistió al tacto de su mayor, no pudo evitar jadear, el mayor cada vez tocaba más los puntos débiles del menor.

En un momento Seungmin empezó a rogar.

—Chan.. por favor, mételo. Follame.. te necesito.—

Exclamó el menor con una voz débil y excitada.

El mayor al escuchar al pequeño tan sumiso y débil, metió sus dedos en la boca del menor.

—chúpalos, pequeño.—

Dijo con una voz ronca y dominante.

El menor comenzó a chupar los dedos del mayor como si fueran una paleta.

Después de unos segundos quitó sus dedos abriendo las piernas del menor.

El mayor le excitó mucho lo que veía, el menor estaba sudando y chorreando babas de su boca.

Bang Chan insertó sus dos en la entrada del menor sin un aviso previo.

El menor no evitó soltar un gemido alto fuerte.

—A-AAAAHHH~!!!—

Bang Chan sonrió ladino al escucharlo, sabía que su pequeño era virgen, pero no le tendría piedad.

El mayor comenzó a dar embestidas leves viendo como el menor pedía más.

—C-Chan~ más, p-por favor.—

Dijo entre gemidos desesperados.

El mayor no pudo resistirse ante el menor, quitó sus dedos y masturbó su erecto pene abriendo más las piernas del menor.

Seungmin lo miraba con deseo, se mordía el labio inferior jadeando para excitar más al mayor.

Bang Chan penetró a Seungmin sin avisar, comenzó a dar embestidas no tan fuertes pero algo bruscas.

Seungmin agarró muy fuerte de las sábanas gimiendo el nombre del mayor una y otra vez.

El mayor subió el nivel de las embestidas soltando gruñidos de excitación.

—B-Bang fuerte, más f-fuerte.—

Dijo entre quejidos de dolor pero a la vez de placer.

Bang Chan fue muy fuerte, hasta al punto de que sus pieles sonaban, ese sonido llenaba toda la habitación.

Los dos llegaron al clímax, ese ambiente era tan excitante para los dos, Bang Chan y el menor siguieron su maravillosa noche.

𝙐𝙣 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙩𝙖𝙧 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora