En el departamento de un edificio cualquiera, de una ciudad pequeña cualquiera...
Se encontraba en su oficina un hombre llamado Eddie, propietario del lugar, haciendo cuentas para su trabajo de oficinista, este suele ser muy obsesivo con el mismo.
Marianne, su hermana quien vivía hace unos pocos días ahí, entra de golpe, haciendo de Eddie se sobresalte y olvide en que cifra se había quedado.— ¡¡Ah!!
— ¡Hola hermanito! — Dijo Marianne.—Marianne!- dice furioso.
— ¡Te traje un pastel!- Esta le acerca una tarta casera de mermelada con una cara hecha con merengue, ésta no se veía muy apetitosa, pero el aroma era bastante agradable. — ¡Se parece a ti! ¿A que no, a que no?..-
Eddie se acerca lentamente y ver el pastel, el aspecto no era muy lindo a la vista, pero seguía con un aroma muy fragante. Este al ver el aspecto del pastel levanta una ceja y suspira tratando de no perder su valiosa paciencia.
— ¿Marianne, en serio no tienes nada mejor que hacer? Estoy trabajando, no estoy de humor para tus jueguitos.
— Pues, yo pensé que te gustaría el pastel... — Dijo Marianne, algo cabizbaja.
ESTÁS LEYENDO
Mi Brillante Vecino
RandomMarianne, hermana del propietario de un departamento en una ciudad pequeña y remota de Canadá se encuentra una visita muy monstruosa, inesperada...y....¿¿¿¿¿amarilla????? de todas formas estos tipos deben encargarse de ese asunto, veamos cómo les va...