Endless Seduction ( Jenlisa G¡P)

•Capítulo 8•

Espere a que todos durmieran antes de continuar con mi plan. Papá ya estaba en su habitación. Me pare frente a la puerta de Jennie, lentamente giré la perilla y gracias a Dios no estaba cerrada. Su habitación estaba oscura pero afortunadamente hay algo de luz proviniente de la luna que entra por la ventana. Me sentí como una ninja, escabullendome silenciosamente a su habitación, caminé lentamente hacia su cama, con cuidado de no hacer ningún sonido. Estaba acostada boca abajo, inconsciente. Nunca supe lo encantadora que podría ser cuando duerme. Me sonrojé mientras me preguntaba como sabrían sus labios.

¡Sal de ahí, Lisa! No fuiste para verla dormir. Mire alrededor de la habitación y pensé: si yo fuera Jennie ¿Dónde pondría mi teléfono? Regresé mi mirada a ella y mis ojos bajaron a sus pantalones. Tenía un culo muy bonito.

Basta, mente pervertida.

Esta bien, necesito concentrarme. Necesitaba encontrar su teléfono. Mi corazón se acelera cuando toqué ligeramente sus bolsillos traseros para el teléfono, pero no puedo tocar nada, bueno excepto su trasero. Pasé a su bolsillo lateral y finalmente sentí algo duro y cuadrado. Estaba 99,9 por ciento segura de que era su teléfono. Ahora, solo necesitaba sacarlo de su bolsillo sin despertarla. Recé a todos los dioses para que estuviera lo suficientemente borracha como para no despertar.

Mi mano fue cuidadosamente dentro de su bolsillo y casi olvido como respirar cuando se movió un poco.

Gracias a Dios, ella no despertó. Traté de calmar mis nervios respirando profundamente. Bien, aquí va. Deslice lentamente mis manos hasta que toque su teléfono, lo saqué lentamente de su bolsillo. Ya estaba cerca de conseguirlo, cuando de repente se movió, probablemente lo sintió ¡Es ahora nunca! Rápidamente lo saqué de su bolsillo antes de que me atraparan. Jennie levantó la cabeza.

Rápidamente me deje caer en el suelo y me arrastré bajo el pequeño espacio debajo de su cama. Desde debajo de la cama la sentí moverse y encendió la pantalla de la lámpara de la mesita de noche. Mi corazón se hundió en mis entrañas. Esto fue sacado directamente de una película de suspenso. Y en cualquier momento, ella me agarrará de los pies y me arrastrará.

Dejé escapar un grito cuando sentí que algo me agarraba los tobillos, arrastrándome desde debajo de la cama. ¡Nooo! Traté de darle una patada y me agarré al colchón, pero fue absolutamente inútil. ¡Y creo que me romí un clavo! Ella era más fuerte que yo.

-¡Déjame ir! -grité mientras trataba de soltarme de su agarre. Ella me dejó ir después de sacarme de debajo de la cama.

Miré hacia arriba y vi el rostro arrugado de Jennie. Escondí mi mano en la parte de atrás de mí, tratando de esconder el teléfono-. Mocosa, ¿Qué diablos crees que estas haciendo?

- Yo-um pensé que esta era mi habitación. Me perdí un poco, mi culpa -me reí nerviosamente.

Ella me miró, no convencida-. Has estado viviendo aquí toda tu vida, ni me hagas la tonta, ¿Qué estás haciendo aquí?

- Solo...solo estaba revisándote. Tal vez lo sepas, lo sabes, jeje... -me mordí el labio inferior, tratando de encontrar palabras para decir, pero no podía pensar nada.

Sus labios se lanzaron en una sonrisa maliciosa -¿La pequeña mocosa esta cachonda?

Respiré hondo, conmocionada hasta la médula, sus ojos recorrieron mi cuerpo, solo llevaba una camisa rosa diminuta. Podía sentir mis pezones endurecerse bajo su mirada. Sabía que ella podía verlo porque no estaba usando sostén.

- Creo que será mejor que vuelva a mi habitación ahora -dije mientras me ponía de pie.

Su mano se envolvió alrededor de mi muñeca antes de que pudiera moverme, Jennie acercó mi cuerpo al suyo, su mano se arrastró por mis mejillas, me acarició suavemente y yo quise ronronear como un gatito hambriento-. Si no puedes soportar el calor, deja de jugar con fuego.