마피아 킹 ✦ ᴍᴀғɪᴀ ᴋɪɴɢ ✦

1. PREMIO

En la cima de uno de los rascacielos de la ciudad de New York en el interior de una oficina lujosa, Seokjin Vitale golpeaba con fuerza su puño contra el escritorio, uno de sus hombres en Italia le informaba sobre un cargamento de armas que se había extraviado en el camino de traslado de Roma a Serbia, el tercero este mes, las cosas no podían seguir así.

Alguien se estaba creyendo que podía declararle la guerra y no haría nada, después de dos años desde que asumió el cargo de Don en la Cosa Nostra, todavía había algunos que pensaban que no tenía lo que se necesitaba para hacerse cargo de todas las famiglias italianas de la mafia, la mayoría había desistido después de verlo matar sin ningúna pisca de duda, y no tentarse el corazón a la hora de hacer negocios.

Pero había otros, un pequeño grupo que pensaban que Jung Hoseok el jefe de la mafia rusa lo había puesto ahí por entregarle a Isabella, y esos estaban destinados a morir sin duda, llamó a su mano derecha, necesitaba saber de una vez por todas quién se estaba atreviendo a desafiarlo.

Una hora después se encontraba en su jet privado rumbo a Italia, sus hombres estaban listos, esperando su llegada. Mingi ya había descubierto quienes eran los imbéciles que lo atacaban, tener a un hacker profesional y uno de los más buscados del mundo en tu nómina, siempre era de gran ayuda.

—Signore, tutto presto, siamo di guardia a casa di Omar Celik, speriamo solo che leggo l'ordinanza (Señor ya está todo listo, hay hombres vigilando la casa de Omar Celik, solo estamos esperando que dé la orden) —le dijo su segundo al mando en cuanto bajó del avión.

—Non attaccherò subito, prima di ucciderlo devo farlo soffrire, fargli sapere che nessuno mi prende in giro, quel maledetto vecchio si pentirà di avermi dichiarato guerra (No atacaré de inmediato, antes de matarlo tengo que hacerlo sufrir, hacerle saber que nadie se burla de mí, ese maldito viejo se arrepentirá de haberme declarado la guerra)

—Beh, farò la guardia (Bien mantendré la vigilancia)

Sin decir más subió a su auto, y el chofer los llevó hasta la villa Vittale, una vez instalado, se centró en el trabajo que había dejado pendiente en New York, odiaba tener que dejar las cosas a medias, pero si quería acabar con los turcos, debía de estar al frente.

Estaba por terminar de revisar un par de documentos cuando Mingi entró en su despacho, él era el único que podía entrar sin tocar.

—Tengo información que te podrá servir contra el imbécil de Celik —dijo blandiendo con orgullo la laptop que tenía entre sus manos.

—Mmm, ya veremos si es cierto, dime ¿que descubriste?

Mingi se dejó caer en el sillón frente a su escritorio, abrió la computadora con calma, y se ajustó los lentes antes de hablar.

—Resulta que el viejo Celik tiene una debilidad, una que tú puedes usar a tu favor. Hace cinco años su único hijo y su nuera murieron en un terrible accidente de avión, eso lo dejó devastado obviamente, y su único consuelo fue que su preciosa nieta estaba viva y bien, desde entonces él ha cuidado de ella, y para seguir manteniéndola a salvo, la a tenido alejada de todo lo que tenga que ver con la mafia.

—Sabes que no mato niños Mingi.

—¿Quién está diciendo que la mates? Además ya no es una niña, ahora mismo tiene diecinueve años y acaba de llegar a visitar a su abuelo durante las vacaciones escolares del internado en Suiza donde ha estado recluida.

Su segundo al mando terminó su monólogo girando la computadora y mostrándole una foto de la mujer más hermosa que había visto nunca, nada más ver esos enormes y preciosos grises su polla reaccionó.