Mi Último Te Amo (Omegaverse - YIZHAN)

Capitulo 8 ¿Secretos?

Wangji despertó lentamente, parpadeando contra la luz brillante del salón de enfermería. El dolor en su cabeza había disminuido, pero la opresión en su pecho persistía, recordándole el extraño incidente en la clase. Se incorporó con dificultad, tratando de entender lo que había sucedido. La imagen de Sean y la sensación de familiaridad lo abrumaban.

La puerta de la enfermería se abrió y Sean entró con un semblante preocupado. "¿Cómo te sientes?", preguntó, acercándose con cautela.

"Mejor... creo", respondió Wangji, tratando de mantener la compostura. "¿Qué pasó? ¿Cómo llegué aquí?"

"Te desmayaste. El profesor te trajo. ¿Recuerdas algo de lo que pasó y por eso te desvaneciste?", preguntó Sean, sentándose en una silla junto a la cama.

Wangji dudó por un momento, recordando las palabras que había escuchado antes de desmayarse. "Mientras me desmayaba... te escuché decir algo. Me llamaste Yibo, ¿verdad?"

Sean pareció sorprendido y luego bajó la mirada. "No, no lo creo. Debiste escuchar mal. Estabas en shock, a veces el cerebro nos juega malas pasadas en esos momentos.", parecía evitar el tema

Wangji se quedó en silencio, tratando de reconciliar lo que había oído con lo que Sean decía. La habitación quedó en silencio por un momento, ambos chicos procesando lo que acababan de compartir. La enfermera entró, interrumpiendo sus pensamientos.

"¿Cómo te sientes, Wangji?", preguntó, revisando sus signos vitales.

"Estoy bien, gracias", respondió Wangji, pero su mente seguía dando vueltas a lo que Sean había dicho.

"Al parecer solo estabas cansado, llame a tu madre y le comente que no es nada grave, descansa un poco mas y luego podrás irte a casa", dijo la enfermera antes de salir de nuevo.

Sean se levantó de la silla y se acercó a la ventana, mirando hacia el exterior. "Me alegra que estés bien. Fue un susto grande."

"Gracias por tu ayuda. No sé qué pasó, pero me alegra que estuvieras allí.", dijo Wangji con una voz suave

Sean se volvió hacia él, con una mirada firme y decidida. "No hay de qué. Somos compañeros ahora, ¿verdad? Hay que cuidarnos entre nosotros."

Wangji sintió un calor reconfortante en su pecho, como si una parte perdida de él hubiera sido encontrada. "Sí, compañeros......"

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En los días siguientes, a pesar de que lo que Sean le dijo a Wangji en la enfermería días antes, Wangji notó algo extraño en Sean. Cada vez que intentaba acercarse, Sean parecía nervioso, evitaba su mirada y buscaba excusas para alejarse. En clase, Sean se sentaba lo más lejos posible de Wangji, y durante los recreos, desaparecía antes de que Wangji pudiera hablar con él.

Un día, después de clases, Wangji decidió confrontar a Sean. Lo encontró en el patio, mirando al horizonte con una expresión pensativa.

"Sean, ¿podemos hablar?", dijo Wangji, acercándose.

Sean se sobresaltó y su expresión se volvió aún más nerviosa. "Claro, ¿qué pasa?"

Wangji lo miró fijamente. "He notado que me evitas. ¿Hice algo mal?"

Sean bajó la mirada, jugando con sus manos. "No, no es eso... Es solo que... hay cosas que no puedo explicar."

"¿Qué cosas?", insistió Wangji, dando un paso más cerca. "¿Acaso es porque me llamaste Yibo cuando me desmayé?"

Sean levantó la mirada, y por un momento, sus ojos reflejaron una profunda tristeza. "Debiste escuchar mal, como te dije antes. Pero... eh .... solo... necesito tiempo para ordenar mis pensamientos."

Wangji suspiró, sintiendo que había más de lo que Sean admitía. "Está bien, tomaré tu palabra. Pero recuerda que somos compañeros, y estoy aquí para lo que necesites."

Sean asintió, pero la incertidumbre en sus ojos no desapareció. "Gracias, Wangji. Lo tendré en cuenta."

Mientras se alejaban, Wangji no pudo evitar sentir que algo importante les estaba siendo ocultado. Pero decidió esperar, confiando en que eventualmente, la verdad saldría a la luz.