"¿Qué te muestre mi fuerza?, cargándote en brazos no creo que sea lo ideal"
>Hinata tenía otra hermana que vuelve de un viaje largo para quedarse y proteger a sus hermanos de cualquier peligro.
(Nishinoya x Oc)
No Copias ni Adaptaciones
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—¡Bien, hora de ir a la escuela! —Exclamo el pelinaranja con emoción, levantando ambas manos sonriente—, ¡Hasta luego, mamá, Natsu!
Se despidió saliendo para tomar su bicicleta y avanzar rumbo al destino tan ansiado cada día. Odiaba estudiar, pero los entrenamientos eran la mejor parte del día para él. Hinata no miro atrás, ni siquiera sabía la buena noticia del día de hoy, simplemente siguió avanzando. Sin saber sobre la llamada de hace unos minutos que su madre recibió.
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El autobús se detuvo dejando bajar a una joven con su bolso colgando en la espalda junto a otras bolsas de compras. Ella camino; guardando cada pizca de posible cansancio. Pese al viaje, necesitaba ir para orientarse, no había descanso. Sus orbes anaranjados contemplaban las pequeñas vistas rodeándola, haciendo sentir escalofríos a un grupo de jóvenes que cruzaron junto a ella.
Viendo la hora en su celular supo que mucho tiempo no le quedaba, necesitaba llegar al director y poder obtener los datos de sus trabajos. Acomodó las bolsas en su hombro, algunas las metió en el bolso más grande y comenzó a correr. Frente a ella se cruzo un pobre anciano que cruzaba tranquilamente sosteniendo las posibles compras del día.
No podía detenerse.
Flexiono las piernas pegando un salto para pasarlo de largo. Su pie interactuó con algo en el proceso, escuchando una queja masculina al mismo tiempo, pero le resto importancia, usando como impulso al idiota que acabo de pisarle el rostro.
De fondo escucho otra voz mientras se alejaba:
—¡Tanaka!, ¿Estás bien? —Llego a decir en tono preocupado pero levemente divertido, incluida otras risas de fondo.
Agradecía no estar lejos, tomar el autobús fue buena idea. Se adentró en silencio, buscando la oficina del director tardo unos minutos hasta que algún profesor la guío amablemente. Recibió un breve regañó por aparecer tan tarde, pero observo al mayor frente a ella.
—Sabíamos que el campamento podría extenderse —asintió en comprensión—, tu lugar aquí está asegurado, siempre y cuando te pongas al día con los estudios perdidos. Estarás ocupada, señorita Hinata.