Los héroes no siempre ganan, pero tratan de cumplir su palabra (II)

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Narrando Sally

Pasaron dos semanas desde la hospitalización de Mateo, y aún me sigo sintiendo culpable por lo que pasó, no eh podido concentrarme en las clases y no eh dormido bien.

Solo eh podido conciliar el sueño cuando duermo en la habitación de Mateo, nunca pensé sentir está clase de apego por alguien, pero él es la persona más valiosa para mi, pero sobretodo es la persona quien se ganó mi corazón.

En unos meses se hará una celebración tradicional en la universidad que se hace cada tres años, en la cual también se les da un reconocimiento a los mejores estudiantes, pero no tengo ganas de asistir.

Ahora estoy en la sala de espera del hospital, me he quedado aquí por horas, pero no me importa, Mateo hubiera hecho lo mismo por mi.

Sally: Dios te suplico que ayudes a mí amigo, por favor él no merece estar aquí.

Juntando mis manos con fuerza y con lágrimas en los ojos oré por la recuperación de mi amigo, mi...amado amigo.

Doctor:-Familiares del señor Santa fe-.

Me levanto del asiento y me acerco al doctor.

Sally:-Soy su amiga, dígame ¿cómo está él?-.

Doctor:-*suspiro*, bueno seré honesto con usted señorita, él lamentablemente no podrá volver a despertar, la perdida de sangre fue muy grande y los impactos en su cuerpo fueron en puntos vitales-.

Yo estaba desesperada y no quería seguir escuchando, pero quería saber si hay una solución.

Sally:-Por favor, dígame que hay una esperanza, él no puede acabar así-.

El doctor solo me dijo que tenía que ser fuerte, ellos están haciendo todo lo posible por él, pero me dicen que de no ser por los aparatos médicos él ya estaría muerto.

La situación se sentía demasiado tensa, pero decidí tomarme un tiempo para relajarme.

Sally:-¿Puedo ir a verlo?-.

El Doctor solo me dijo que tenía 10 minutos, yo solo asentí y me dirijo a su habitación.

Al entrar veo su cuerpo acostado y como el sonido de las máquinas del hospital suenan, se ve tan tranquilo como si estuviera tomando una siesta.

Siempre eh venido con Nathaly para cada visita, pero esta vez tuvo un asunto importante en su trabajo y por eso vine sola.

Una vez estoy en la habitación, me siento al lado de Mateo, y levemente tomo su mano, es algo fría, pero no me importa, me quedo mirándolo por un buen tiempo, quise acariciar su cabeza y eso hice, también le di un beso en la frente.

Pasaron los minutos hasta que el doctor dijo que mi tiempo de visita terminó, le iba a pedir si podría quedarme un rato más, pero creo que es mejor ahorrarme problemas.

Antes de salir miro por ultima vez a mí amigo y solo me despido con unas pequeñas lágrimas en mi rostro.

Una vez estoy afuera del hospital me dirijo a casa, tomo un taxi y emprendo el viaje a casa.

Una vez llegó siento como los recuerdos inundan mi mente hasta pensar de que él pueda estar adentro, pero solo es una ilusión mía. Al entrar siento como el silencio es lo único que habita en la casa, pasando por la sala me detengo a ver la foto de Mateo con su familia y sus amigas.

El solo pensar en la angustia de su familia, hace que me sienta aun más culpable de que él sea quien está en el hospital, siento como las lágrimas se me desbordan y caen en aquel cuadro que sostengo en mis manos, con la tristeza que cae en mi limpio el cuadro con la manga de mi saco y lo coloco en su lugar.

Enseñandote a SentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora