Yuuji, era el conejito más codiciado en todo su vecindario. Era extremadamente hermoso, con un cuerpo realmente sexy y maduro para su corta edad, el cuál, sería capaz de dar muchas crías saludables, según las palabras de los alfas de otras especies que le cortejaban, pero que terminaban siendo rechazados por el joven.
Era un chico realmente inocente, amable y cariñoso, que seguramente en el futuro terminaría emparejado con un rico y respetado alfa que lo cuidara para siempre, según las parejas mayores del lugar.
Lástima que él no deseaba lo mismo, al menos no con quien la gente le emparejaba.
A sus cortos dieciocho años de edad, Yuuji únicamente tenía un deseo y un propósito en la vida. Aparearse y formar una familia con Gojo Satoru, el hombre más temido de todo el lugar.
Gojo, era híbrido de serpiente, por ello, tenía una gran anatomía que le dio fama de ser un matón. Se decía entre las ancianas chismosas que solía envolver entre su enorme y clara cola a sus víctimas para después asesinarlas de asfixia. Otros decían que con el veneno que salía de sus colmillos, mataba a todo aquel que se acercara a su casa, pero Yuuji no creía nada de ello. Él estaba perdidamente enamorado de Gojo.
Desde que era un niño, el gran hombre llamó la atención de Yuuji, por estar siempre solo. No tenía amigos, no tenía familia y eso, apretaba su joven corazoncito, por ello, cada que tenía oportunidad intentaba acercarse a él, pero sus padres y sus muchos hermanos mayores, siempre se negaban y lo alejaban del alfa, haciéndolo llorar durante largas noches.
Nadie de los que sabían de su enamoramiento entendían lo que realmente pasaba en su mente y le decían que era mejor sacarse esa loca idea de la cabeza, para prevenir ser asesinado o tragado según las historias de terror en línea sobre la cadena alimenticia.
Pero él se negaba, su corazón necesitaba a ese hombre y haría lo posible para que estuvieran juntos.
Gojo por su parte, estaba muy lejos de lo que decían. Era un alfa de treinta años, trabajador y responsable, solo que su gran apariencia física, decía lo contrario de él y por ello, vivía solo en una moderna cueva.
Al inicio, cuando llegó al vecindario, intentó llevarse bien con lo vecinos, ser amable y demostrar que no era lo que aparentaba, lástima que no funcionó, ya que todos comenzaron a juzgarlo inmediatamente.
Insistió un poco, hasta que se dio por vencido decidió alejarse y gozar de la soledad que tenía, sin responsabilidades, sin críticas y sin amor. Algo que le dolía un poco ya que deseaba demasiado una familia, pero que poco a poco, parecía alejarse más y más ese sueño. Su vida era tranquila y cómoda, así que todo parecía estar en orden, de no ser por un lindo híbrido omega de conejito que una noche tocó a su puerta haciéndole una propuesta para nada decente, pero que le regresó la esperanza de formar una familia.
Además, de que aquel bonito joven, era el único en el pueblo que desde hace años había demostrado un poco de amabilidad con él, en algunos pequeños momentos, y sobre todo, era el único omega que llama su atención.
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Itadori Yuuji :
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• Híbrido de conejo Belier Holandés • Orejitas caídas y rositas • Mide 1.73 cm • Cola esponjada y rosa • El veneno de serpiente tiene efecto afrodisíaco en él • Titsboy • Boypussy + sorpresa
Gojo Satoru :
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• Híbrido de serpiente del grupo Pseudechis • Su cola tiene una extensión de 9 metros (desde el inicio abdomen, hasta el final de esta, por obvias razones no tiene piernas) • Su cola es totalmente blanca, además tiene escamas en la espalda y brazos • Lengua larga de serpiente • Colmillos notables • Su anatomía es el doble de grande que la de Yuuji • Sorpresa con respecto a su aparato reproductor
