Así que esto es lo que sienten los protagonistas de las películas románticas, de los libros más empalagosos que nunca he leído. Es un revoltijo de emociones abrumante, siempre a flor de piel, rasgando mi interior en un vano intento de conocer el exterior y finalmente encontrarse con el causante de tan magnífica revolución.
Mi mente todo el tiempo proyecta hasta la más mínima interacción, cada rose, cada mirada cómplice, delatándonos frente a una multitud que no existe, o que no le interesa decodificar que transmiten esos ojos brillantes, anhelantes, de algo que nunca sucederá.
A pesar de todo esto, nunca podremos concretar esa unión que tan fervientemente nos empuja a encontrarnos, incluso en las situaciones más desfavorables. Porque el amor es eso, una simple ilusión, creada por mentes desoladas y atormentadas para lograr escapar un segundo de ese inmenso tormento. Porque a pesar de las ganas tan magnéticas que siento de tomar tu mano, tu no piensas igual y eso es lo que más desgarra estás simples ilusiones. Porque realmente tú nunca sentiste lo mismo y nunca lo harás, estamos en etapas diferentes y vivimos en dos mundos completamente alejados.
Mientras tú intentas escapar de tu tormento y desesperación, yo voy por la vida buscando aventuras y descubriendo un mundo nuevo lleno de posibilidades y probabilidades.
A pesar de todo esto, no pierdo la esperanza de que la vida pondrá nuestros caminos juntos una vez más y, que está vez, si seremos capaces de dejarnos llevar por el magnetismo tan hipnotizante que se crea cuando nuestras miradas se encuentran y nos sonreímos de esa forma tan cómplice.-Mimi