Parte única

182 34 3
                                    


Rody no puede evitar sentir cierta molestia hacia Pino. Es su amiga, lo es, pero joder, es demasiado obvia. El hecho de que Pino muestre las emociones que siente no es algo bueno, no en su caso, no ahora.

—¿Eh? —Shouto observó con desconcierto a la pequeña avecilla que voló hasta su lado, posándose en su hombro mientras restregaba su suave plumaje contra su mejilla de forma cariñosa.

Claro que aquello avergonzó totalmente a Rody, pero él se esforzó por disimularlo.

«Demonios, Pino...»

Izuku que casualmente pasaba por ahí en ese momento no pudo evitar acercarse con curiosidad, más exactamente, hacia Soul.

—¿Pasa algo, Rody?

El castaño no respondió al instante, al contrario; dirigió su mirada hacia el chico junto a él, apoyando su mejilla en la palma de su mano para luego esconder todo lo que podía de su rostro en ella.

Midoriya observó atentamente al bicolor, sin comprender aún el porqué a Rody se le veía tan frustrado y avergonzado. Eso hasta abrió levemente la boca en señal de entendimiento, levantando las cejas.

—Oh...

—Sí, “oh”..

Shouto seguía mirando con curiosidad al pequeño pajarito, hasta que decidió restarle importancia y pasar su dedo índice con cuidado por el plumaje rosado de Pino, recibiendo un acercamiento del ave, pidiendo indirectamente que continuara con las caricias.

Tan inocente como siempre, sin notar la reacción graciosa del ex-criminal.

—Uh, Todoroki-kun —llamó el peliverde a su despistado amigo, tratando de ayudar a Rody de alguna manera.

—¿Si? —emitió, sin dejar de tocar al ave a su lado.

—¿Podrías acompañarme donde Kacchan? Él dijo que necesitaba hablar con nosotros unos minutos —mintió sin más, con una pequeña sonrisa.

—Ah, claro.

El Todoroki se levantó, dando una señal al ave para que se marchara junto a Rody, sin embargo, en el pequeño y diminuto rostro de Pino se dibujó una mueca de enojo, claramente sin desear hacer caso a su pedido.

Izuku observó con duda a la pequeña ave, sin poder creer que no quiera alejarse del heterocromático.

No tenía idea de que Pino pudiera llegar a ser tan cariñoso.

—Vamos Pino —el castaño se levantó, aún con aquél sonrojo adornando sus mejillas mientras ordenaba al pajarito a seguirlo.

Pino negó; moviendo su cabecita mientras se apegaba al bicolor en respuesta.

—Pino, ven.

Volvió a negar, ganándose un suspiro cansado por parte de Rody.

Definitivamente va a ser algo difícil despegar a Pino del bicolor...

***

Después de aquél incómodo momento, Rody se vió obligado a tener una seria charla con su amiga, porque realmente no sería una buena idea tener a Pino desinformada de lo que estaba pasando.

—Entiendo que seas mi amiga y que quieras ayudarme, pero, ¡demonios! Eso no significa que debas acercarte tanto a Todoroki... ni siquiera te le despegabas —murmuró él, refunfuñando.

De alguna manera sintió celos de Pino, él nunca pudo —ni podrá seguramente— acercarse con tanta confianza al bicolor. Debido a que, en parte, Shouto aún no lo considera un amigo cercano como para esas cosas, y es consciente de que apenas y Deku le tiene confianza. Ser un ex-criminal no es de lo mejor realmente...

—Claro que no estoy enojado contigo —aclaró cuando el ave mostró una mueca de indignación en su pequeño rostro, moviendo sus alas de vez en  cuando—. Estoy enojado de que muestres mis verdaderas emociones... no es algo bueno para mí.

Soltó un suspiro, dando una mordida a la hamburguesa en sus manos. Comer seguramente lo calmará un poco que lo que ocurrió anteriormente, o eso quiere meterse en la cabeza.

«Agradezco que al menos sea lo suficientemente inocente como para darse cuenta de mis sentimientos»

—Porque, en primer lugar: Todoroki es básicamente un príncipe, amado por muchos, popular, hermoso, único, de clase alta y yo... yo apenas y tengo para comer, no lo sé. No creo que alguien como él se moleste siquiera en mirarme.

Pino movió sus alas rápidamente, negando con la cabeza ante aquello, comenzó a hacer unos graciosos sonidos a la par que saltaba levemente de un lado a otro.

—Si lo piensas bien, tal vez él se sienta más atraído por Midoriya que por mí. Digo, ambos son buenos amigos, se tienen confianza y se conocen desde hace un tiempo. ¡Y Todoroki apenas y sabe de mi existencia! —observó él, apoyando su mejilla en la palma de su mano.

Miró a la nada por unos minutos, ignorando totalmente el aleteo de Pino junto a su rostro en un intento de llamar su atención y hacerlo pensar lo contrario a lo que él mismo dijo.

Finalmente acabó la hamburguesa en sus manos, limpiándose estas en su pantalón sin verle importancia a eso, tragando antes de levantarse.

—Vamos, tenemos cosas que hacer.

***

—Oh, ¿quieres que te acaricie? —Pino asintió inmediatamente, levantando un poco su cabeza mientras sentía las caricias del bicolor debajo de su cuello, acercándose un poco—. Eres muy cariñoso.

De nuevo, la situación se repetía. Sin importar cuántas veces Rody le pidiera a Pino que tratara de ser menos obvia, no funcionaba. Pues Pino seguía a Shouto a todas partes como si fuera su mascota, exigiendo también una que otra caricia. Y Todoroki, ingenuamente, cree que es debido a que el ave es muy cariñosa.

—Tus plumas son muy suaves... —murmuró el bicolor, entretenido.

Rody no hizo más que mirar hacia otra parte, soltando un suspiro. No tiene caso explicarle a Pino que no debería hacer esas cosas así como así. Entonces no le queda de otra que ruborizarse mientras trata de esconder su sonrojo.

—Rody.

Casi de inmediato, el castaño tragó saliva, escuchando perfectamente el llamado del bicolor. Quiso fingir oídos sordos, pero sabe que si no responde, Shouto lo llamará de nuevo y con más insistencia hasta que responda.

Así que, con lentitud, se volteó, tratando de disimular su pequeño sonrojo.

—¿Qué ocurre?

—Bakugou me dijo que las emociones que sientes las muestra Pino —oh no. «Maldito rubio oxigenado»—. ¿Es eso cierto?

—Tal vez...

—¿Eso significa que quieres mis caricias?

Aquella pregunta, aquella simple pregunta activó las bombas de alerta dentro de la cabeza de Rody. Rascándose la mejilla antes de negar con la cabeza, sin poder admitir que eso era cierto.

—¿Seguro?

—Sí, solamente es Pino queriendo cariñi–

Su oración quedó a medias cuando, sin previo aviso, Shouto lo abrazó, colocando su cabeza en el pecho ajeno, mientras sentía una mano acariciar suavemente su cabello.

Decir que se había puesto tan rojo como un tomate es poco.

—¿Está bien si te doy cariños a tí también? —cuestiona el bicolor, agachando un poco la cabeza.

Rody dudó, realmente lo hizo.

Pero luego de unos largos segundos, asintió. Dejándose hacer por el bicolor, disfrutando de los mimos que nunca imaginó recibir por parte de su interés romántico.

Acomodó su cabeza en el pecho cálido del contrario, suspirando su dulce aroma. Se permitió rodear la cintura ajena, y al no recibir algún reclamo, cerró los ojos con simpleza. Sintiendo que podría dormirse así sin más.

Pino solamente podía brincar de la alegría, apreciando la escena frente a ella.

Pino y su extraño enamoramiento hacia ShoutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora