Una pareja para mi hermano [Yoonmin | Kooktae] [Adaptación]

Capítulo 25

"Invitado"

La luz del sol entraba por la ventana, iluminando a la pareja que dormía plácidamente. Las sábanas se envolvían alrededor de las piernas de Jimin y Yoongi, cubriendo solo la parte inferior de sus cuerpos.

Jimin se removió al sentir los rayos del sol golpeando su rostro, levantando la mirada hacia Yoongi, quien aún seguía profundamente dormido. Se tomó un momento para admirar las relajadas fracciones del mayor; su mandíbula, sus mejillas y sus largas pestañas. Acarició suavemente la mejilla del azabache, quien se movió para acercarse más a Jimin.

—Buenos días —dijo Yoongi con los ojos aún cerrados. Jimin sonrió mientras continuaba acariciando la mejilla del mayor.

—Buenos días a ti también.

—Esto se siente bien. —Yoongi abrió sus ojos, contemplando los rasgos del rubio—. ¿Sería mucho pedir despertar todos los días así?

Jimin soltó una pequeña risa y besó la mejilla del mayor. Yoongi intentó dirigir sus labios a los de Jimin, pero el más bajó desvió el rostro, haciendo que los labios del mayor terminaran en su mejilla.

—Acabamos de despertarnos —lo regañó Jimin cuando Yoongi intentó besarlo de nuevo.

—Cuando nos casemos, me pedirás que te bese todas las mañanas. —Yoongi se levantó rápidamente de la cama, vistiéndose con su ropa interior y pantalón de pijama.

—¡Yoongi! —El sonrojo en el menor era intenso, y Yoongi le guiñó un ojo antes de entrar el baño.

Jimin se sentó en la cama, analizando lo que acababa de ocurrir.

¿Realmente quería casarse con él?

Se vistió rápidamente y esperó a que Yoongi saliera del baño para poder usarlo también. El mayor salió, dejando que el aroma a menta de su pasta dental inundara el ambiente, y besó los labios de Jimin.

—¿Ahora sí? —preguntó Yoongi, abrazando al menor por la cintura.

—Sí, mejor —respondió Jimin, acariciando las clavículas del mayor—. Pero debo usar el baño yo también.

—Bien, usa el baño y yo prepararé el desayuno. —Yoongi le robó otro beso al más bajo antes de salir corriendo hacia la cocina.

Jimin sonrió y entró al baño. Se bañó lo más rápido que puedo y se cepilló los dientes. Al terminar, siguió el exquisito aroma a café, encontrándose a Yoongi de espalda, aún con el torso desnudo, tarareando una canción infantil. Se acercó por detrás y lo abrazó, haciendo que detuviera su canción.

—Deberíamos intentar hacer esto todos los días —dijo Yoongi, mirando las manos de Jimin en su abdomen. El más bajo solo respondió con un leve golpe en el hombro del azabache—. ¿Qué? ¿No es lindo desayunar juntos?

Yoongi se dio la vuelta, encontrando a Jimin con el cabello húmedo y ligeramente sonrojado.

—¿En qué pensabas, pervertido? —preguntó Yoongi, divertido.

—Tú no me ayudas, no vestido así. —El sonrojo del Jimin se extendió por su rostro.

Yoongi soltó una carcajada y besó la frente de Jimin.

—Vamos a desayunar.

Hablaron por varios minutos, olvidando por completo el desayuno sobre la mesa, concentrándose solo en el otro, intercambiando sonrisas y miradas.

El menor reía al sentir las cosquillas de Yoongi en su estómago mientras lavaban los platos, hasta que el timbre sonó y Yoongi se detuvo, colocándose rápidamente una camisa antes de abrir la puerta, encontrándose con quien menos esperaba.

—¿Mamá? —La mandíbula de Yoongi cayó al ver a la mujer sonriendo.

Nota:

Pregunta del capítulo: ¿Cuál sería su mejor mañana?

No odien a la mamá. Por alguna razón, en la historia original, la odiaron aún cuando no había hecho ni dicho nada, así que mejor diré que no la odien desde ya¡!

Ya estamos en los capítulos finales, un poco más y terminamos.