Nubes del Tiempo

Nube #21

—¿Qué te pasa? —me preguntó mi abuela mientras me miraba por el retrovisor.

—Nada —le respondo sin prestarle mucha atención, sentada en la parte trasera del auto con la mirada y mis pensamientos perdidos.

Escuchando el insoportable ruido del exterior que me impedía mantenerme en "mi mundo".

—¿Es por un chico? —me volvió a preguntar mi abuela.

—¡Claro que no! —pongo los ojos en blanco— Ese imbécil no se merece que me ponga así por él —agregué sin darle mucha importancia.

Luego pasamos varios minutos en silencio. ¡Joder! Cómo odio el silencio, el silencio entre dos personas, el silencio en mi cuarto, el silencio en el funeral de mis padres.

Entonces levanto la cabeza frustrada y miro a mi abuela. Ella tenía la vista fija en la carretera y tamborillaba con sus dedos al volante.

¡Joder! Necesitaba uno de sus consejos. Uno de esos que siempre me ayudaba a seguir adelante y la verdad, en estos 15 años desde que mis padres fallecieron, mi abuela ha sido mi pilar.

—Abu—la llamo.

—Sí, cariño—me responde mientras me mira por el espejo del coche, y cuando sus ojos marrones conectan con los míos, ella comprendió lo que necesitaba.

—¿Lo amabas? —me preguntó.

—¡No!, yo he amado a Justin Bieber, Christian Gray —suspiro y me tomo mi tiempo para continuar— de él solo me obsesioné.

—Mmm, creo que ya entendí el problema —me dice ella sonriéndome— ¿Sabes la diferencia entre "amar" y estar "obsesionada"?

—Claro que sí —le respondo rápidamente.

—¿Y cuál es? —me pregunta calladamente.

—Mmmmmmm —la verdad, pensando claramente no la sabía.

—La diferencia entre ambas—comenzó a decir mi abuela interpretando mi silencio— es que cuando amas tienes esa sensación de tener mariposas en el estómago. Y con la obsesión, pues solo tienes un demonio susurrando desconfianza en tu oído.

Cuando amas puedes pasarte un mes sin ver a esa persona y aún sentirás lo mismo por él. Pero cuando estás obsesionado tan solo pasas un día y ya piensas que todo va mal.

El amor es el causante de que aún existan personas que ante las adversidades todavía sonreímos.

Y la obsesión es la causante de que estén niños en el orfanato o en la calle porque sus padres, ante un arrebato de celos lo tiraron todo por la borda— entonces ella se quedó callada y en ese momento lo comprendí.

Gracias a la lágrima que recorría su rostro comprendí que mi padre amaba a mi madre y por eso, cuando falleció debido al cáncer, lo hizo con una sonrisa.

Pero lo de mi madre era obsesión y un mes después con un pomo de pastillas se fue y me dejó con mi abuela.

Con mi consejera a tiempo completo. Con la mujer que amo a su hija y cuando ella se fue, me amo a mí. Con la mujer que decidió amar a todo y todos y nunca obsesionarse. Con la mujer que me enseñó que una nunca está preparada para ser madre y me ayudó cuando yo lo fui.

Y ahora abuela, después de casi veinte años de tanto amar a la vida, la vida te respondió y te juntó con lo que más amabas.

Tu hija... mi madre.