Origami ♡ Taehiyyih

𝘙𝘦𝘨𝘢𝘭𝘰𝘴 𝘷𝘢𝘳𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴

Es conocido que regalar un origami que uno se ha tomado la molestia de hacer representa un detalle esplendido. Claro que si se quiere ser constante no es recomendable repetir el regalo. Es por eso que Bahiyyih miraba los tulipanes de esas tres tonalidades, ya había hecho un total de 3 ramos y ya los había entregado durante los días anteriores. Pero los regalos hacia Hikaru tenían que variar.

Y es que, no siempre que iba al club con Taehyun hacían alguna figura, a veces hacían tarea o rehacían figuras que alguno de los dos (especialmente Hiyyih) insistía en repetir porque le gustó mucho.

Volvió a guardar los ramos en su mochila y camino a su siguiente clase.

El resto del día fue bastante común, comenzaba a acostumbrarse al nuevo ambiente y sus compañeros. Incluso pudo hablar más cómodamente con algunos.

Lo único que no le convencía era el nuevo grupo que comenzaba a acercarse más a Wonyoung, ella no la abandono por ellos, claro que no. Pero no podía evitar sentirse lastimada cuando escucho como a Rei le encantaba la misma banda que a Wonyo.

Ni como Liz jalaba a Won para susurrar en su oído. Sunoo le caía bien, como a todo el salón, "el debió ser el jefe de grupo", pensaba Hiyyih.

Luego estaba Sunghoon.

Bahiyyih no estaba segura que Wonyo lo hubiera notado, ni siquiera es como si las miradas de Hoon fueran discretas. ¿A quién no le gustaba Wonyoung?

A pesar de que el intentara conversar con Won ella siempre respondía un tanto cortante y distante, pero él no dejaba de sonreír como tonto.

—¿Qué opinas de Hoon? — Le había preguntado Hiyyih alguna vez.

—Pues, tiene buena estima por sí mismo. —Respondió Won recordando la vez en la que fueron a la estación de autobús juntos. Por alguna razón Sunoo, Liz y Rei se habían adelantado y los habían dejado atrás, Hiyyih se había ido con Kai antes así que solo estaba Hoon y ella.

Conversaron mucho esa vez.

—¿Un egocentrista? —Pregunto Bahiyyih.

—No lo creo, solo muy confiado.

No le agradaba mucho Sunghoon porque era todo un sarcástico y tomaba confianza muy rápido. Claro que no emitía esos juicios ni con una mirada juzgadora, se lo guardaba.

Por suerte, a veces ellos también se iban por su lado y Wonyoung se quedaba con ella. Como en la hora del almuerzo, cuando recordó que Eunchae las había invitado a ver como sus hortalizas iban creciendo. El desarrollo de su proyecto la mantenía muy emocionada.

—¡Hiyyih! ¡Wonyo! ¡Llegaron por fin! — les dijo Eunchae animadamente.

—Por supuesto que vendríamos, te lo prometimos, y bien ¿vas a enseñarnos?

—¿Estas cultivando fresas también? ¡Que lindas! —Exclamó Wonyoung a la par que prestaba especial atención al pequeño brote verde que crecía libremente en el bote metálico.