Ahora Sí, Capítulo Último

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—Entonces, básicamente Kogane y Goshiki cogieron y Tsukishima y Kunimi fueron amigos con derechos por todo el verano después de graduarse—. Enumeró Yahaba mientras ponía varios esmaltes de uñas encima de la alfombra del suelo.

Un día después de la reunión Yahaba le estaba contando a Kyotani las sorpresas que se había encontrado en aquella reunión.

Kyotani procesaba todo bastante confundido. Señaló el esmalte de color morado oscuro y Yahaba lo tomó para empezar a aplicarle ese esmalte.

—Joder, ¿Tsukishima y Kunimi? No les voy a poder ver de la misma manera

Yahaba rio mientras le seguía pintando las uñas a su novio. Estaban en la casa de Yahaba haciendo "un salón de belleza" como lo llamaba el castaño. Ahí se ponían mascarillas para la piel (cada vez escogían diferentes para probar), contaban chismes y se vestían con ropa cómoda, normalmente con pijamas o con prendas de ropa que no se pondrían en público, por ejemplo, en estas sesiones Yahaba solía ponerse faldas de diferentes tipos, a su novio le encantaban y a él le encantaba ponérselas, así que los dos ganaban; y para sorpresa de bastante gente a Kyotani le gustaba ponerse crop tops, pero solamente en la vista de su pareja, le daba sincera vergüenza que otras personas le vieran así.

—Te juro que sigo analizando lo de Kunimi y Tsukishima—. Siguió Kentaro mientras admiraba el esmalte en sus uñas. — Por cierto, me encanta este color—. Señaló refiriéndose a sus uñas. Eran de un color morado oscuro y algunas tenía brillos.

—Lo tendré en cuenta. Me suena que tenía una falda de un color parecido, a saber dónde la tengo—. Dijo Yahaba con tono sugerente.

—¿Me intentas sugerir algo, Shigeru? —Preguntó pícaro el rubio, agarrando a su novio de la cintura y acercándolo rápido.

—Quizás, Kentaro— Respondió el ex colocador abrazando el cuello del contrario.

—Acaso quieres que te abra las piernas y que me meta entre tus sabanas, que no me quejo, sabes que me encanta. — Habló lento Kyotani mientras sus manos viajaban por los muslos de su pareja.

—Se que te encanta y sabes que a mí también, si tenemos eso en común, ¿por qué no aprovecharlo? —Sugirió Shigeru subiéndose al regazo de Kentaro.

Yahaba se cansó de la espera y chocó sus labios con los de su novio y la empezó a besar profundo y lento, saboreando el momento.

Este era uno de los posibles "finales" de cada "salón de belleza", siempre terminaba en una de estas opciones:

Viendo películas de barbie.

Teniendo sexo.

Y en algunos casos ambos.

Ellos seguían en lo suyo dejando de lado lo demás.

Esta sería una buena historia para el grupo. Habían comprado nuevos juguetes y les gustaban bastante los juegos de rol, así que la "sesión" sería bastante larga y lujuriosa y con la estamina de ambos... bueno, una sesión de los más interesante. 

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