ᴀʀᴏᴍᴀ ᴀ ᴀᴍᴏʀ

Beso

Aquel día no me levante precisamente con ánimos, pero aquí estaba, cociendo unas mandarinas para el jugo, viendo el biscocho para el pastel y evitar arruinar todo esto con el tiempo demasiado limitado. Apenas anoche el tonto capitán que tenemos solo dijo preparen un festín para mañana, tenemos una celebración, y se marcho luego de dejar una obligación a todos en esto de preparar las cosas. Era mas que evidente que sabía porque lo que estaba haciendo, y para quien era el esfuerzo que requirió de cada uno. Inconsciente fue un estimulo para esforzarme el doble para que todo saliera bien. Seria mi regalo de cumpleaños. Un gesto gentil para seguir peleando con el como costumbre mañana. Si, era eso, todo esto solo tenia que ver con su cumpleaños.

Incomodo seque lagrimas traicioneras.

Chiste al aire o a mi mente que dejara de amar por un instante.

Tenia obligaciones mayores. 

Troce la ultima capa de cebolla echando con rapidez a la fritura. Tome la tabla de picar, pase el filo del cuchillo botando restos de verduras. Tire al lava platos que estaba al camino. Sostuve la cuchara de palo, agarrando el mango del sartén con un paño y empecé a revolver. Revuelvo todo a un ritmo que pudiese lograr terminar esto a tiempo. El cumpleaños del idiota marino me ponía irritante, todos se movilizaban por que luffy lo ordenaba, preparando una fiesta grande, igual a un rey, solo por que asi el tonto de goma consideraba que era necesario. Era su mejor amigo, su hermano. Secretamente sospechaba que su favoritismo tenia nombre y apellido de espadachín. Aunque nadie de aquí podía culparlo, pocos éramos, contados con una mano, que en algún punto no rompimos su corazón. Igual no importaba mucho, conociendo como conozco a ese hombre, esta era una escusa tambien para comer asta reventar si eso fuese posible con su fruta del diablo.

Calle un largo instante, respirando, olia salado pr la fritura, contuve estornudar. Baje el fuego, tape, y empece a contar cada segundo para apagarlo en el momento exacto. Aproveche para movilizar mi tiempo en apagar el horno, quitar el biscocho del recipiente, una vez listo tapado levemente con un paño para disminuir a temperatura ambiente me entretuve en encender un cigarrillo. Me estresaba aun saber que debia preparar el betun, picar durazno, ver de que mermela  humedeceria el pastel. Al menos sabia que lo envolveria de verde, como el, todo con lo que a el le representaba, incluso una carita enojada de chocolate le pondria entre las velas. 

Hablando de el responsable de que cocine como loco, Zoro apareció cruzado de brazos, sudado, imponente,y sin pedir permiso directo a la puerta de la bodega dirigido. Fruncí el seño bajando el fuego de la salsa. Recosté la cadera en contra el mesón y mire a la única botella de alcohol que pude mantener fuera de el festín para cocinar la carne, suponía quedaba la mitad, si el musgo volvía a subir se la daría. Prometí ser gentil hoy que es su día, solo una vez, por unos minutos, entre nosotros íntimamente. Tarde largamente en sentir crujir tan brusco las tablas, entre latas que boto, un desastre imaginaba tuvo que haber dejado, tome mucho aire para no patear su cara de musgo cuando refunfuño de la puerta enojado. Arruinaba mi cocina con su torbellino de caos arrastrando por dónde iba.

Pose el cigarrillo encendía entre los labios, me abalance hacia adelante tomando la botella, el vino no era su tipo, pero alce una ceja ofreciendo hacia el. Me miro, luego a la botella, y asi sucesivamente asta que fue demasiado y me moví al frente de el. Frustraba cuando parecía un bobo demaciado lindo.

Apoyando el vidrio en su desnudo pecho, mirando acelerado su rostro clavado mirando mi mano, sentí el claro toque de acero en el, el mío de cigarrillo, creaba una mixtura aroma. 

— Feliz cumpleaños, musgo-. Tararee sintiendo mi piel picar.

Hubo un largó silencio antes de que me dejara escuchar su voz.