୭ ˚. 🃏ᵎᵎ 𝒟onde Hazel es hermana de una de las villanas más famosas de todos los tiempos, pero ella no desea el mismo destino
o
𝒟onde Jason se da cuenta que está enamorado de la hermana menor de Harley Quinn
♱ Jason Todd x femxoc
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La escuela era más bien aburrida, pero cuando defiendes a la ciudad por las noches, creo que todo lo demás se hace un poco aburrido.
Por fin había arreglado mi traje, y ahora hasta me conocían en las noticias, o más bien conocían a Night Defender, la chica que ayudaba cada noche a los ciudadanos de Gotham.
Me sentía algo orgullosa de ello, pero también me causaba algo de vergüenza. Quería ayudar a la gente, no ganar un premio por ello.
—Señorita Hazel Quinzel, a la oficina del director. Señorita Hazel Quinzel, a la oficina del director.–La mirada de todos se posó sobre mi. Intente que eso no me incomodara y solo me levanté.
—¿Todo está bien, señorita Hazel?–Me preguntó la profesora, ella era de hecho amable, una maestra que se preocupaba por mi, y que sabía que no me gustaba que me llamaran por mi apellido. Asentí, aunque realmente no sabía si estaba diciendo la verdad porque no sabía que pasaba.
Tomé mi mochila y guardé mis cosas antes de colocarla sobre mi hombro. Salí de ahí y fui por los pasillos hasta toparme con la oficina del director.
Abrí la puerta y todos me voltearon a ver, bufé, ya eran suficientes miradas para un día. Ahí estaban mis padres sentados en las únicas dos sillas frente al escritorio del hombre mayor, nuestro director era un hombre canoso, con varias arrugas, muchos solían decir que era su hora de retirarse o morir, pero al menos era lindo con los chicos, nos trataba bien a todos aunque no lo mereciéramos.
—Señorita Quinzel, siéntese por favor.–Notó su error a penas lo dijo, porque no había ningún otro asiento.–Olvídelo.
—Cariño ven.–Pidió mi mamá y fui hacia ella.
—Tus padres me dijeron que faltarías por un tiempo, pero necesitaba la reunión de ustedes juntos para que firmaran un par de papeles.–Mire a mis padres, ¿cómo que iba a faltar?
No me habían dicho nada de esto, no tenía sentido. Pero no creía que el hombre estuviera mintiendo. Mire a mis padres, ellos asintieron sin dudar.
Me pasaron una pluma y yo me incliné para firmar en donde decía mi nombre, no sin antes leer un poco de lo que decía.
