Haunt.

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Desde que volvió Toni, Carlo sabía que algo le había pasado a su hermano.

Intentó hablar con él para ver si sus sospechas estaban correctas pero Toni siempre lo esquivaba, desviando sus preguntas, cambiando de tema o restando importancia al asunto.

Toni creía que no se daba cuenta pero Carlo aún podía reconocer cuando su hermano le ocultaba cosas; si, puede que hace un tiempo que no han estado juntos y no han sido del todo sinceros el uno con el otro y que quizás en ese tiempo hayan cambiado sus formas un poco, pero para Carlo, Toni seguía siendo su hermano y sus maneras seguían siendo reconocidas por el, lo conocía como la palma de su mano y por eso se le hacía tan raro que Toni no le dijera que estaba mal con él cuando era notable que su fachada había sido descubierta. La desconfianza le molesto y por lo mismo, siguió insistiendo.

— Entonces Toni, ¿cómo te fue en la reunión en la nostra Italia ?— habló Carlo con verdadera intriga, había pasado más de una semana allá además de haber vuelto hace 2 días atrás.

— Oh, ¿no te lo había dicho?—. Toni se volteo a verle, parpadeando confuso de no haberle notificado sobre los detalles de la reunión a su hermano, maldiciéndose mentalmente al mostrarse tan despistado después de su viaje.

Carlo asintió a lo que Toni suspiró, pidiéndole que le siguiera para que fueran a hablar más en privado en el almacén.

En realidad, el viaje a Italia fue mejor de lo que le pintaban sus aliados, Toni le explica a Carlo que lo que tuvo que ir a hacer era más diplomacia que cualquier cosa; las familias ocupadas en el ámbito criminal en Italia se juntaron para hablar de acuerdos pasados, resolver problemas apremiantes, entre otros. Toni no necesitaba nada de las reuniones, más bien era acto de presencia para representar a su familia y dejar en claro que, si bien el y su hermano ya no manejan el negocio en territorio italiano, ellos seguían siendo soberanos de su territorio, en fin, cosas que a Carlo usualmente no le gustaba y al escuchar a Toni hablar sobre ello, le agradeció mentalmente de haber elegido ir él mismo antes que mandarle a el.

— En realidad, fue una buena manera de comprobar algo que llevaba un tiempo pensando.— eso provocó en Carlo curiosidad, quien miró a Toni con una ceja levantada.

— ¿Ah, si? ¿Qué exactamente?

— El negocio está estancado en Italia, no tienen donde caerse muertos pero los vecchia merda no parecen darse cuenta, o simplemente creen que pueden recuperar la gloria de antaño. Italia ahora mismo es como el canal de Panamá; es un conducto para pasar merca y ya está.

Carlo miró a Toni con una sonrisa mientras le escuchaba, pensando como hace semanas atrás su hermano había sido tan insistente en el tema de la ilegalidad, de mantenerse legal y quedar en paz con la ley, y ahora sonando como todo un capo legítimo, como el estratega que le hizo resaltar dentro de la mafia.

— Lo que me estás diciendo es que el negocio en casa está jodidisimo, ¿no? Nah, heavy.

Toni soltó una risa. — Muy heavy.— respondió de vuelta, estando de acuerdo.

— ¿Y solo eso pasó? ¿Viste a la mamma , no?—. Carlo no se iba a rendir hasta saber que le molestaba a Toni, por lo que insistirá en el viaje ahora que tenía su atención.

— ¡Ah! Si si, claro que si la vi, incluso te mande mensajes con fotos del pranzo que me preparaba todos los días, dios qué hambre me entró ahora, joputa...— se lamentó Toni, a lo que Carlo se ríe levemente ahora recordando la envidia que le dio ver las fotos de comida y las puteadas que le mensajeo por el hambre que le metía de la nada.

— ¿Y nada más pasó?

Toni detuvo un momento su lamentación para ver a su hermano, abriendo la boca levemente para contestar pero sin saber que exactamente responder, por qué sí, claro que había pasado algo más, santo dio si había pasado algo.

Found you | Gustoni [ThreeShot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora