22- Huidas hacia delante

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Natalia no le contestó, le daba rabia que Noe la conociera tanto. Se marchó hecha una furia hasta su cabaña, allí volvía a sentirse a salvo a su manera, no tenía que demostrar nada, era como había sido siempre. Soledad, aunque le daba miedo a veces necesitaba esa soledad para recuperarse, y desde que Alba había llegado aquellas cosas eran difíciles de soportar, nadie la había desarbolado como ella, no podía pensar con claridad, ya no estaba todo bajo control. Reconocía que Noe tenía razón, y sí, quería huir, quería alejar de ella esa duda que había nacido, quería volver a sentir a una mujer temblar entre sus brazos, no quería volver a sentir que mientras la tenía a ella cerca, quien temblaba, quien suspiraba, quien admiraba a alguien era ella, la seductora seducida.

            Manu había aclarado todo con Carlos, éste se fue sin despedirse ni quiera de la enfermera, y aquello llamó la atención del médico, que fue corriendo a averiguar por mediación de Noe. Mientras, Alba se había sentado frente a la radio, había cerrado los ojos y apoyado la frente contra la mesa.

_ Cuando quieras pásame la llamada Capde, y gracias

_ De nada encanto

_ ¡Hija!, ¿estás viva?

_ Mamá ¿por qué no debía estarlo? –le preguntó cansada a la voz al otro lado de la línea.

_ ¿Te encuentras bien, qué vas a hacer si te duele algo?

_ Mamá estoy acompañada por médicos –había apoyado sus codos sobre los muslos, sus manos en la cara, su pensamiento lejos de aquella radio

_ En medio de la Selva... ¿a ti te parece normal?...

_ Sí mamá, me parece normal

_ Cariño, creo que el otro día fui muy dura contigo

_ ¿De verdad? –le preguntó con ironía sorprendiéndose a si misma, el tono lo había copiado de Lacunza

_ Sé que no he sido buena madre contigo, no como tú esperabas

_ Mamá estoy cansada tengo que currar

_ Sé que no soy la madre que mereces hija... ahora que estás lejos y entro a tu habitación, me doy cuenta que no he estado a tu altura

_ Pues mira que es fácil, con lo peque que soy –"Joder... estoy obsesionada... esto no puede ser bueno" –decía mientras se frotaba la cara con las manos un tanto desquiciada

_ Cariño... tú y tu complejo de estatura... siempre igual

_ Mamá esto te va a costar una pasta, total para decirme estas cosas... estoy bien, así que tú tranquila, y si, no te has comportado conmigo como deberías pero también he tenido yo culpa en eso por dejaros pensar que yo no sentía ni padecia, que era una marioneta en vuestras manos, así de sencillo. Aquí me estoy encontrando a mi misma y no veas la de sorpresas que me estoy llevando.

_ Hija... lo único que no quiero es... que pienses que no me importas

_ Que no mamá... que lo sé –le decía mientras pensaba "¿y cómo me disculpo de lo dicho? voy a cortar el rollo de mi madre y hablo con ella"-. Sé que a tu manera te importo, ¿vale? ¿mamá... mamá...?

_ Dime hija

_ Uy no te oigo, creo que esto se corta... mamá... nada ni flowers –y le dio a la tecla de colgar

_ Si tu madre se ha creído eso, es tonta –le dijo Manu detrás suyo

_ Qué susto –se sobresaltó sintiéndose descubierta

_ Estás en el mejor sitio para desligarte de esas ataduras

_ Ya...

_ Aunque aquí aparezcan otras, claro –dobló la cabeza mientras la miraba fijamente

África // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora