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Ep.14: Un trato secreto (4)

Torriso acabó inclinando la cabeza ante la doncella.

Sólo entonces lo solté.

A diferencia de cuando lo conocí, el mercader no podía levantar la cabeza.

Sin embargo, yo lo sabía.

El rostro del hombre que se inclinaba distaba mucho de estar arrepentido.

Estaba lleno de ira.

Torriso siempre había sido ese tipo de hombre.

"...."

Tras disculparse, cogió su carro y se marchó al callejón trasero.

Gracias a eso, el callejón trasero volvió a calmarse.

Por fin, podía tratar los problemas del asesino y la princesa.

Los dos...

"Gracias...."

Dijo la rubia Irina.

Parecía tranquila, como si hubiera podido resolverlo ella misma.

"Ni lo menciones".

La miré con curiosidad.

Viéndola así, se parecía un poco a la princesa Rea.

Por supuesto, parecía mucho más inocente.

"Si no fuera por ti, nuestra familia habría sufrido una gran desgracia".

Ella pensó que su disfraz era perfecto, así que torpemente me agradeció en honoríficos.

"Actuaste vergonzosamente".

Ya que su familia gobernaba el imperio.

"No es nada. Si ocurre un incidente en mi área, es problemático para mí también."

"Siento haberte causado problemas..."

Cerró los labios como si estuviera sobria por la verdad.

La mirada feroz que tenía hace un rato que estaba lista para castigar a Torriso se había ido hace mucho.

"No es nada. Si ocurre un incidente en mi zona, también es problemático para mí".

Sonreí ligeramente y le acaricié la cabeza.

Ante eso, la princesa, disfrazada de dama, abrió los ojos.

"En el futuro, por favor, investiga bien cuando hagas transacciones privadas...".

Entonces la princesa le tocó el pelo.

La miré juguetonamente.

Mientras socavaba su estatus de dama, ¿cuándo iba a tener yo una oportunidad así?

Sería una pequeña venganza por casi atrapar a alguien en mi zona.

Dejé a la atónita dama y desvié mi atención.

Miré a la criada, que evitaba mi mirada, sintiéndose culpable.

"Y usted, señorita criada".

"¿Sí, sí...?"

Respondió ella, con las piernas entumecidas por el miedo.

Me acerqué a ella con paso decidido.

"Nos conocemos, ¿verdad?"

"Bueno... Mi memoria no ha estado muy bien estos días...".

Ante su evasiva respuesta, le susurré firmemente al oído.

Me Convertí En El Caballero Con El Que Las Princesas Están ObsesionadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora