Amor de madre

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La oscuridad del bosque empezaba a ser desplazada por las caricias de la luz de la luna, que se asomaba de a poco entre las nubes de un verano caluroso. Grillos, cigarras y algunos sapos comenzaban a cantar, cada uno a su ritmo y entendimiento. La naturaleza pintaba por sí sola un panorama como escenario de una obra teatral. Donde el detalle de cada parte iluminada resaltaba como la página de un cuento. Intentemos leer esta escena juntos.
De entre arbustos con espinas, un tronco hueco viejo y húmedo perfecto para un escondite, rocas y un poco de musgo un ser hacia entre las sombras, un joven goetia tan asustado y lagrimoso esperaba a que su padre fuera a rescatarlo, la directiva principal por aquel viejo IMP siempre fue "Huye y escóndete, cuando sea posible, iré a buscarte", aquel mandato era repasado en su mente una y otra vez mientras permanecía oculto, algo incómodo y solitario, se preguntaba si en esta ocasión, efectivamente su padre Blitzø iría a buscarlo.
Sin más remedio que esperar, el joven Spiroz continuaba en posición fetal en el hueco del tronco, ya que era la única posición que su enorme cuerpo le permitía, ya que al ser bastante larguirucho y escuálido no tenía muchas opciones para estar cómodo, en el cansancio y la espera comenzó a sentir sueño, comenzaba a dormitar, esos soniditos de su parte búho lo delataban si ponías atención.

-uuuh... uuuuh-

Parecidos a ronquidos, ulular le traía tranquilidad le ayudaba a no sentirse solo, pero de pronto un galope que lo despertó. Entre su visión adormilada se tallaba los ojos para aclarar un poco su panorama, unos pequeños destellos se elevaban por el aire como luciérnagas inquietas que volaban sin ritmo, -"¿Qué será eso?"-, replicó en su mente . Le ganó su curiosidad y decidió asomar un poco la cabeza para entender de donde venían aquellos brillos, llego a pensar que de la luna, aún que después borró esa idea por qué sonaba muy ridículo. Un ciervo, una hembra que galopaba sin temor, entre sus pezuñas y su baile agraciado se desprendían aquellas pequeñas luces, era como si un llamado lo invitara a salir de su escondite. La hermosa cervata solo paseaba, no se había percatado de la presencia del joven goetia. Era de gran belleza y un poco extraña de ver, no era una criatura normal.
Spiroz anonadado por su presencia, sin pensarlo salió de su escondite para observarla sin temor, "¿Qué eres tú y a dónde vas?"- Se preguntaba. -"llévame contigo... por favor"-

Caminó tras ella, sin importarle el exponerse, era como una esperanza, quizás como un "ángel" que le enseñaba a dónde ir. Siguió y siguió... hasta que como por obra del tiempo, todo se detuvo. Sin ruido, todo se movía lento, a lo lejos notó que la cervata dió una mirada hacia atrás y corrió espantada lo más rápido que pudo. -"Por favor, no te vayas"- pensó. - No huyas, no soy un monstruo...- dijo para sus adentros mientras extendía la mano para alcanzarla a la distancia quedando completamente expuesto en el silencio. Después todo pasó muy rápido, de lo que realmente huía la hembra lo había alcanzado. Sombras tan grandes como osos lo emboscaron y tomaron a la fuerza, lo arrastraron por toda la tierra del bosque sin importar el derribar árboles o arbustos, lo llevaron a aquella casa en la colina. De entre lamentos y forcejeos el joven goetia intentaba librarse de aquellas bestias, pero eran tan fuertes que no daban oportunidad mínima de querer soltar a su presa, rompieron la ventana en mil astillas de madera y cristales que se tornaron rojos en un momento. Dentro de la casa solo se escuchaban los gritos de una madre que intentaba intervenir.

-¡¿Qué hacen?!, ¡Déjenlo!-

Sin éxito, las sombras no lo dejarían en paz, lo usarían como un juguete para perro ya que se divertían al escuchar los chillidos que emitía aquel joven búho.

- ¡He dicho que lo suelten! - gritó Charlie con su voz de reina y las sombras se detuvieron ya que si, solamente obedecían a su amo, pero una autoridad del infierno mismo era quien les hablaba. Lo dejaron en paz, ya que eran malditas mas no tontas, se alejaron del lugar y así Charlie pudo caminar lentamente para verlo mejor.

Dystopia (Su viva imagen II - Hazbin Hotel - Chalastor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora