Por fin nos tocaba subir a la noria. Me agarró la mano con fuerza, tirando con entusiasmo de mí hacia la cabina rosa descolorida. Su pequeña mano se sentía fría sobre mi piel.
Antes era cálida.
El más mínimo contacto con ella solía calentar mi universo, solía excitarme.
Pero cuando me sentó en el asiento de al lado, la sentí fría.Sabía que era yo quien había cambiado. Era yo quien ya no podía sentir su calor.
La noria se movió por fin. Ella se quedó mirando el lago que había junto a la noria mientras subíamos lentamente.
"La noria es increíble, ¿verdad? Tengo la sensación de que nos lleva a un mundo distinto del nuestro. Un mundo para nosotros dos solos".
Dio pie a una conversación a la que respondí con una leve sonrisa.
"Oye, guapo, ¿quieres que te cuente un secreto?..
Te quiero".Su sonrisa era tan sincera que me dolía oír esas palabras.
No dije nada.
No podía decir nada.
Y ella tampoco esperaba una respuesta.Hubo un silencio eterno mientras se volvía hacia el paisaje que había al otro lado de la ventana.
Sabía que no quería que le viese la cara.
La noria ya había dado casi la mitad del giro, y seguía subiendo muy lentamente. Intenté buscar las palabras adecuadas que decirle.
¿Cuál es la forma más delicada de romperle el corazón a alguien?
Llegamos al punto más alto cuando la noria se detuvo, tal y como se suponía que debía hacer.
Por un momento, el tiempo se paró en la cima del mundo para nosotros."Oye... ¿Podemos hablar?".
Las palabras por fin encontraron el valor para salir de mi boca."Ya lo sé.
Sé exactamente lo que quieres decirme.
Llevas meses guardándotelo, ¿a que si?".Esa misma sonrisa sincera.
Debería haberla reservado para alguien que pudiera amarla como ella me amaba, no para alguien que estaba a punto de romperle el corazón.
Lo siento.
Lo siento.
Lo siento."Creía que estaba preparada para esto... Pero solo estaba fingiendo.
Qué estupidez, ¿eh?".No lo es.
La culpa es mía.
Lo siento.Se esforzó por fingir una risa.
Tenia los ojos húmedos tras las gafas, empañadas por las lágrimas.
Te mereces a alguien mejor, no alguien como yo.
Lo siento."Oye ¿puedes fingir un poco más?
No me dejes aquí arriba.
Por favor",Maldije al universo por dejarla amar a la persona equivocada.
Me maldije a mí mismo por dejarla amarme.La noria crujió ligeramente, indicando que se ponía en marcha.
Esta vez, hacia abajo.