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Era otro día aburrido como todos los días desde que sus padres o mas bien la corte real le había prohibido volver a ver a su primer y único amor, todo porque ella no era más que una plebeya.

-Príncipe Taehyung es muy tarde y ya debe alistarse para recibir a la familia de su prometido- Al escuchar las palabras de su sirvienta no pudo evitar hacer que unas lagrimas cayeran por sus mejillas-.

-Esto esta muy mal, ¿Cómo es posible que cuando yo aun no nacía ya me habían prometido a un niño de 3 años?, ¿Cómo es hasta posible que sus padres lo aceptaran?- Dijo con voz angustiada.

-Príncipe, sabe muy bien que sus padres lo comprometieron con ese chico porque o sino nuestro reino se iría a una guerra y es muy probable que usted y nuestro reino no existiría.- Abrazo a Taehyung y beso su frente-.

-Yo no debería cargar con este peso. El saber que mi sola existencia fue para evitar una guerra me duele. Yo soy un príncipe debería tener lo que quiero y casarme con la mujer que amo-.

Todo estaba listo para recibir a la familia real del norte. La reunión en donde por primera vez se conocerían los dos príncipes debía ser perfecta ya que de esto dependía evitar una guerra que había sido pausada por mas de 23 años solo porque la reina del sur había ofrecido embarazarse para que su primogénito se casara con el primogénito del norte y así unificar los reinos.

-Se que debo cumplir y casarme ese príncipe pero, ¿Cómo se supone que daremos herederos al reino si ambos somos hombres?-.

-De eso se encargara tu hermano Seokjin, tu concéntrate en casarte con ese chico y obtener más tierras para nuestro reino- dijo su padre enojado.

-Entiendo padre, prometo cumplir con mi objetivo y hare que nuestro amado reino crezca hasta ser invencible. Ese es mi deber como futuro rey-.

Al llegar al reino, la familia real del sur fue recibida de la forma más protocolar posible, esto porque la familia real del norte temía que cualquier error cometido fuera a estallar la guerra.

-Este es tu prometido, el príncipe Taehyung- dijo el rey del norte y Seokjin al mirar al chico pudo notar en sus ojos que una tristeza lo inundaba-.

-Hola, mi nombre es Seokjin príncipe del reino del norte y futuro rey- Tomo la mano de Taehyung y la beso-.

- Hola- Dijo desanimado y pensando en lo feliz que seria si esta fiesta de compromiso fuera con su amada-.

-Padre podrías dejarnos hablar en privado por favor.- El rey del norte asintió y se retiro.

-¿Tu no te quieres casar?- pregunto Seokjin.

-Es lo que menos quiero hacer pero es para lo que fui concebido, para casarme contigo así que no me queda otra opción más que aceptar mi destino- Sonrió pero se podía notar su tristeza-.

- De verdad lo siento mucho pero ya sabes nacimos en la realeza y nuestro deber es con nuestro reino y no con nuestros sentimientos- Dijo seriamente.

- Nacimos príncipes y la mayoría de la gente pensaría que tenemos todo para ser felices pero no es así, si fuera feliz me estaría casando con...- La reina del sur estuvo escuchando la conversación y antes de que Taehyung se atreviera a mencionar a la chica los interrumpió-.

- Mi querido hijo, me alegro que ya hayas conocido a tu hermoso prometido-  Beso la frente de su hijo y luego miro a Seokjin- Mi hermoso príncipe puede a veces ser un poco imprudente así que pido disculpas si lo ha hecho sentir incómodo-.

-El príncipe Taehyung me agrada, es honesto con lo que siente. Creo que nos llevaremos muy bien cuando nos casemos.- Sonrió y acaricio la cabeza de Taehyung-.

Al anochecer Seokjin se dirigió a conversar con su hermano en un balcón del palacio.

-Esto de verdad es injusto, tu te casaras y vendrás a vivir a este reino pero yo que deseo con todo mi corazón irme de ese horrible reino tendré que quedarme con el- Dijo Jungkook enojado.

-Sabes que hay que hacer lo mejor para nuestro reino...-

-Ya deja de repetir eso, pareces una maquina. ¿Por que no eres capaz de expresar lo que realmente piensas?¿a que le temes?-.

-No le temo a nada soy un príncipe del norte, a mi es a quien deben temer-.

- Seokjin soy tu hermano y he estado contigo prácticamente toda tu vida, se que desde lo que paso tu te niegas a actuar como un humano y repites los mismos discursos absurdos del rey del norte.

-Sabes que de ese tema no se habla- Se iba a retirar pero Jungkook le sostuvo la mano y lo detuvo-.

-Te amo hermano y quiero que seas feliz. No creo que tu felicidad sea cumplir con los caprichos de ese viejo enfermo que tenemos como padre-.

-No hables así de tu rey, te pueden oír- dijo asustado.

-Yo no le temo a el, es solo un viejo malvado con corona. Yo también tengo una y puedo juntar a quienes me apoyan y derrocarlo- Seokjin tapo la boca de su hermano-.

- Estas loco, te pueden oír y acusarte de traición-.

-Estamos en el reino del sur aquí mucha gente me apoyaría- dijo riendo. - Pero tranquilízate, no voy a hacer nada porque se que tu te irías en mi contra también y tu hermanito eres lo único que ese viejo me puede quitar, si ya me quito a mamá y a nuestro querido Jjanggu- Los ojos de Seokjin se llenaron de lagrimas-.

-Vete a dormir y no hables nunca más de esto-.

Una vez vio que JungKook se fue, comenzó a llorar desconsoladamente recordando cuando su padre se enojo porque el y su hermano pequeño lloraban porque el no les dejaba ir a jugar y debían estudiar para ser buenos príncipes.

-El llorar es un símbolo de debilidad, ¿Y saben lo que pasa cuando tu enemigo ve tu debilidad?-.

- No- dijo Jungkook desgarradoramente.

- Pues esto pasa- El rey del norte tomo a Jjanggu y lo lanzo del tercer piso- Eliminan lo que mas quieres-.

Desde ese momento Seokjin sabia que no debía llorar o mostrar debilidad por nada o nadie pero cuando se trataba de su hermano y mamá no podía evitar sentir por eso se culpaba tanto de la muerte de su madre, ya que si el no hubiera llorado cuando su madre le dijo que tenia que ir de viaje para cumplir con las labores del reino su padre no la hubiera encerrado en una cabaña y encendido en llamas el lugar.

Destinado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora