Cap 34

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Sus manos vagan por las curvas de mi cuerpo. La forma en cómo me toca en los lugares correctos, de una manera sensual. Siento el aire caliente que sale de su boca chocar contra mi cuello, agitándome. Ella me tira contra su cuerpo, sus caderas moviéndose de un lado a otro, con el mismo ritmo que la mía. Sus pechos están presionados contra mi espalda, la piel expuesta gracias a la blusa. Chiara me gira, sus manos en mi cintura y sus ojos fijos en los míos.

Un paso atrás y dos para adelante. Su mirada brilla de deseo, me siento desnuda bajo esa mirada. Chiara sonríe de lado, sus dedos presionados contra mi piel. Ella vuelve a tirar de mí contra ella. Mi pierna entre las de ella y la de ella entre las mías. Una de sus manos está extendida en mi espalda, ella presiona la región a medida que avanzamos hacia adelante y atrás, de un lado a otro.

Todo está en perfecta sincronía, como si estuviéramos acostumbradas a hacer esto durante años.

Ella sabe hacer esto como ninguna.

Chiara sube las manos por mis brazos, acariciando hasta llegar a mis manos. Entrelaza nuestros dedos, un paso adelante y dos atrás. Las caderas no paran de moverse, movimientos ondulados. Se muerde el labio inferior, concentrada. El labial rojo sangre en sus labios, la hace aprovechar de eso.

-Estás disfrutando provocarme, ¿verdad?

En un solo movimiento me gira, sus manos aún en mi cintura. Chiara está sonriendo, de una manera que conozco muy bien. Ella me está tentando, quiere saber hasta dónde llega mi control. A mi esposa le gusta hacer ese tipo de juegos conmigo, y de forma coherente.

-Te estoy amando, amor.

Provoca; su voz más ronca de lo normal. Sé que lo hizo a propósito, pues sabe muy bien lo que ese tono me causa. Coloco una sonrisa irónica en mi rostro, desafiándola a mirarme. Chiara tiene una pose confiada, sexy. La imagen perfecta de una mujer seductora, que sabe provocar.

-Vamos a ver si vas a amar cuando te use como conejillo de indias el sábado.

Por primera vez en el día la veo sorprendida por algo que dije. Controlo el impulso de reír de su expresión sorprendida. Paso la punta de mi lengua sobre mis labios, su mirada sigue mi movimiento. Ella sabe muy bien que ocurre el sábado, y también sabe que le devolveré todas sus provocaciones. Chiara está sin reacción que tengo que llamar su atención para que me siga. Vire el juego.

¿Quién está por encima ahora, Chiara?

El ambiente antes gélido, ahora está caliente. De una manera casi sofocante. Presiono mis caderas contra ella, mis dedos perdidos en sus cabellos. Su rostro y su cuello probablemente tendrán marcar de mis dedos mañana, pero realmente no me importa. Me gusta verla marcada por mí.

Chiara gruñe en mi boca cada vez que chupo sus labios. Mi lengua girando sobre la de ella, paseando por dentro de su boca. Sus manos están en mi trasero, se turnan entre apretar y empujarme hacia ella. Estoy enloqueciendo con esa mujer y esa maravillosa boca. Deberíamos haber salido de aquí hace rato, pero simplemente consigo alejarme de ella. Y Chiara no ayuda, cada vez que aprieta mi trasero con más fuerza y lo golpea, siento mi cuerpo temblar y la humedad en mi ropa interior aumenta.

Nadie en el mundo besa mejor que ella.

-Violeta...

¡Oh, maldita sea! Me encanta cuando ella dice mi nombre en medio de un gemido de esa forma. La forma en cómo su voz suena tan sexy cuando está caliente. Mi boca se llena de agua sólo de pensar lo mojada que debe estar. Pero no podemos hacer nada ahora, la verdad ni deberíamos estar aquí todavía.

Estamos tan envueltas en este tipo de amor adolescente, enrollándose en las esquina y mirándonos con tanta pasión. Algunas veces terminamos olvidando que en realidad somos dos mujeres adultas, con casa y un hijo para cuidar.

stupid wife; (kivi's version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora