Aquella mañana de primavera, se sentía como la brisa sutil entraba por la ventana de Penélope. Se escuchaban gritos en el resto de la casa, entusiasmados y alterados ya que era el día en que iniciaba otra temporada. Penélope dio vueltas en la cama, esa mañana estaba particularmente cansada y le estaba costando demasiado levantarse. Finalmente pegó un pequeño brinco, sentándose, cuando entró Lady Portia con alaridos de que se estaba haciendo tarde.
— ¡Penélope, puedes despertarte de una vez!
— Siiii, ya voy madre — refunfuñó levantándose de la cama mientras Portia salía de la habitación porque la llamaban desde el piso de abajo, se notaba que había mucho revuelo en la casa de los Featherington.
Penélope, aliviada de quedarse nuevamente sola, se acercó a la ventana para agarrar algunos broches y no pudo evitar quedarse viendo hacia la casa de los Bridgerton. Era un lugar que antes le resultaba tan familiar y ahora se había convertido en uno completamente desconocido. No había vuelto a entablar conversación con Eloise y pareciera ser que cada vez que se encontraban en un mismo lugar, ambas hacían un esfuerzo por evitarse. Penélope estaba muy apenada por cómo se había enterado de su identidad de Lady Whistledone pero aún así no aprobaba la manera en que Eloise no le había dado ni una posibilidad de explayarse al respecto, sólo la había juzgado y desestimado como amiga, sin miramientos.
También no se le podía borrar de la memoria los dichos de Colin en la fiesta de su madre. Siempre había albergado alguna esperanza de que él pudiese llegar a sentir por ella algo más que amistad, pero muchas veces había borrado esos pensamientos de su cabeza porque sabía que era imposible, aunque lo que nunca se había imaginado era escucharlo a él referirse a ella de manera tan despectiva y tan egocéntrica. Pensaba que realmente él la apreciaba.
Mientras seguía con la vista fija en la casa de los Bridgerton no podía dejar de asombrarse en cómo un lugar que antes le resultaba su lugar seguro, donde iba a refugiarse de la sociedad, ahora lo mirase como un ambiente un poco hostil e incomprensivo. Había llorado días y noches por ambas pérdidas, pero hacía algunas semanas había empezado a sentirse un poco mejor, volviendo a su ser original, aunque con algunos cambios. Se había cansado de tener que someterse a la voluntad de lo que todos querían o esperaban de ella... su madre, sus hermanas, Eloise, Colin y los caballeros de cada temporada.
Se alejó resuelta de la ventana y prosiguió con sus preparativos para la fiesta. Sacó uno de los nuevos vestidos que le había encomendado a su tía en Paris, era de color verde con algunos encajes plateados, con mangas que dejaban ver sus hombros. Recogió su pelo de un solo lado cobrizo con uno de los broches, dejando el resto suelto. Se miró al espejo y contenta con la imagen que le devolvía éste, bajó las escaleras con la resolución de que no podía ni iba a dejar que la humillasen nuevamente. Esta temporada iba a demostrar quién era realmente Penelope Featherington.
Al bajar las escaleras Lady Portia seguía alarmando a todo el resto de la casa con que esta temporada sus otras dos hijas tendrían que intentar contraer matrimonio y que aprovechen la atención que iba atraer Felicity, su prima, ya que era una de las debutantes ese año, para presentarse con alguno de los pretendientes. Como era de esperarse, todas las indicaciones iban dirigidas a Prudence y Philippa, ninguna para Penélope. Por lo cual ella, acostumbrada a los destratos de su madre, se acercó a su prima y le sonrío dulcemente.
— ¿Cómo te sientes? ¿Lista para tu debut? — preguntó con cautela viendo con orgullo a su prima pequeña. Felicity llevaba puesto el vestido blanco con detalles dorados que solían llevar las debutantes y miraba con sus ojos azules la pluma con intriga, sus cabellos rubios y ondulados se encontraban semi recogidos
— Un poco... o más bien muy nerviosa, no me gusta que todos me anden viendo — dijo con una sutil voz mientras hacía el intento de ponerse la pluma.
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Siempre amigos (Penelope Featherington/Colin Bridgerton)
RomanceExhausta y agotada con haber vivido una vida tras uno de los hermanos Bridgerton, Penélope, luego de haber escuchado la apreciación de Colin sobre ella en la fiesta de su madre, decide dejar de renegar por un amor no correspondido y se propone sali...