jazz.

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Carrera regresó, se sentó nuevamente y esperó a que esa pelinegra cabeza se posara sobre él otra vez.

Y iván así lo hizo, se apoyó con lentitud hasta quedar completamente acostado. Buscó la mano del contrario con miedo, ésta estaba fría y áspera. Su corazón se rompió más y sólo pudo besarlo, sobre su palpa, sobre sus dedos, sobre toda la extremidad, deseando curar todo mal.

Un suave y antiguo jazz sonó de fondo, acompañado de una fuerte lluvia que resonaba en los ventanales de su hogar. El cielo se pintó de tonalidades oscuras y los ojos de ambos se volvieron a cerrar.

⪩  !  𝙜𝙤𝗇𝖾  ,  𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora