epílogo

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Pleno octubre, Luma salia de casa acomodando su bufanda para protegerse del penetrante frio de Haddonfield.
Aún era otoño, no se imaginaba como seria el invierno, probablemente tendría que vestir con ropa térmica para llegar a su trabajo sin congelarse, por más que quede a unas pocas calles.
froto sus manos y las calento con su aliento antes de emprender camino, En una mano llevaba su bolsa de tela y en la otra su característico bastón blanco.

Luma había perdido la vista a temprana edad.
Fue un proceso difícil pero al ser joven pudo adaptarse por completo con los años, hasta llegar al punto de poder vivir una vida independiente sin la asistencia de nadie.

a pesar de lo que pensarian los demas, se encontraba muy satisfecha con su vida, y no se sentia menos por la condicion que tenia, le molestaba que la gente la trate diferente por más que no sea mal intencionado, ella misma se percibe como una chica normal, aunque le cueste encajar en una sociedad que la rechaza.

caminaba erguida y con paso firme mientras despejaba el camino con su bastón, pisando y disfrutando el crujido de las hojas caídas de los árboles otoñales.
Desde niña había sido su estación favorita, amaba los tonos naranjas de las hojas y como estás crujían al pisarla en montones.

Sumergida en sus dulces recuerdos de la infancia, Luma arribó a las puertas de su trabajo.
Actualmente era la encargada en la cocina de un asilo, no era su trabajo soñado, pero era lo que podía conseguir ya que nadie quería darle un puesto de trabajo a una discapacitada.

No interactuaba con los ancianos, y con casi nadie del personal, la cocina era su territorio,
Aveces se sentía sola pero al menos no trabajaba con presiones.
Al entrar por la puerta trasera de la cocina se quitó su abrigo y bufanda, dobló su bastón y lo dejó apoyado en la pared.
Se colocó el delantal y comenzó a preparar la cena.

Todo en su cocina estaba colocado meticulosamente, al ser la única que manejaba los ingredientes los mantenía cada uno en su lugar para identificarlos ella misma.
Aveces le aburría cocinar en silencio y no tener con quien hablar, su única compañía era la vieja radio que solo transmitia emisiones del pueblo.
Luma la encendió y volteó a seguir con su trabajo.

-¡Alarmante noticia desde nuestra pequeña Haddonfield!- la voz sonaba estática
-Durante este Halloween, se ha informado de el asesinato de un grupo de Jóvenes, el único sobreviviente, el cual tuvo la valentía de enfrentarse al asesino, lo describe con una máscara de un rostro pálido y con un traje de mecánico. Se insta a todos los residentes a permanecer en sus hogares y a mantenerse en alerta. La policía local está trabajando arduamente para asegurar la seguridad de tod-

La transmisión se cortó bruscamente.
Luma detuvo lo que estaba haciendo y volvió a la radio, le dio un par de golpes y la movió de lugar para recuperar la transmisión, pero no lo logró.
-¿un asesino? Que locura-hizo una mueca de inquietud  para luego dejar la radio en su lugar,
Pero no se giró para volver, si no que quedo congelada en el lugar, largo una sola respiración temblorosa.

Alguien estaba en la habitación con ella.

Luma podía percibir una respiración silenciosa, pero al mismo tiempo densa viniendo de la puerta.
No tenía visión, pero desarrollo otros sentidos en su lugar.
Podía sentir un aura muy pesada de quién la estaba mirando en silencio.

Trato de fingir que no lo había notado, se giró lentamente y tomó un cucharón para probar la sopa que estaba preparando.
Su mano temblaba, quería creer que tal vez era uno de los ancianos, el cual se aburrió de los juegos de mesa y entro sigilosamente para observarla.
Aún que eso nunca había pasado, además la puerta que conecta al asilo es vieja y extremadamente ruidosa, siempre se entera cuando alguien entra y puede percibir todos los sonidos, pero esta vez no fue capaz de notar siquiera que habia alguien más con ella.

comenzó a mover sus manos temblorosas en busca de un ingrediente que anteriormente habia soltado para inspeccionar la radio, pero este no estaba en el lugar de siempre.

Nerviosa palpaba la superficie, provocando que en un movimiento brusco tire algo al suelo.
Se escuchaba como el objeto rodaba por el suelo, hasta chocar contra algo y detenerse.

Luma se agarró fuertemente de la mesada, asustada, sabia que si se daba vuelta a recogerlo se encontraría con quién la estaba observando.
Su respiración se volvió más agitada, no podía ocultar su miedo.
De repente pudo oír unos pasos, pesados y firmes viniendo en su dirección.

No podía moverse, simplemente agacho la cabeza y subió los hombros protegiéndose de quién se aproximaba.

El extraño se paró justo detrás de Luma, podía sentir su densa energía sobre ella.

Estaba a punto de pegar un grito cuando sintió que la persona detrás de ella se movía y dejaba algo sobre la mesa donde estaba aferrada, para luego alejarse lentamente con pasos más sigilosos, pero aún perceptibles por la joven.

Aún temblorosa, se movió con desconfianza para ver que era lo que había dejado.
Tomo entre sus manos el frasco y con la yema de sus dedos inspeccionó el objeto.
Lo que se le había caído era justamente el ingrediente que estaba buscando.

Visiones Oscuras (Michael Myers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora