𝒜nd I can still see it all (In my mind)
All of you, all of me (Intertwined)
I once believed love would be (Black and white)
But it's 𝑔𝑜𝓁𝒹𝑒𝓃 (𝒢𝑜𝓁𝒹𝑒𝓃)
And I can still see it all (In my head)
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୧💗୨
-ENTONCES, ¿te gusta?- Kyung-mi escuchó a su madre a lo lejos mientras exploraba con asombro la vasta mansión.
-¡Me encanta! ¡Incluso hay un piano!-Exclamó emocionada mientras se dirigía hacia el instrumento que ocupaba el salón central, entre las dos majestuosas escaleras.
Kyung-mi no mentiría si dijera que echaba de menos a Jake con todo su ser. Su despedida en el aeropuerto había sido conmovedora; él se aferró a sus piernas, impidiéndole caminar, una despedida emotiva y cómica que dejaba un vacío en su corazón por su querido y peculiar amigo.
El vuelo había aterrizado horas atrás y madre e hija habían aprovechado para desayunar y explorar su nuevo hogar. Kyung-mi, después de tanto tiempo en Francia, parecía estar redescubriendo Corea casi desde cero.
-Sé que adoras tocar el piano, así que he comprado uno para ti- dijo Yuna sonriendo mientras se acercaba a su hija.
-¡Muchas gracias, Mamá! Aunque hubiera preferido que fuera rosa- bromeó Kyung-mi arrugando la nariz, mientras su madre reía suavemente.
-Hablando de rosa, puedes ir a tu habitación si quieres. Está amueblada, pero si algo no te gusta, dímelo y lo cambio- Kyung-mi se levantó de un salto del piano y corrió hacia las escaleras, escuchando a su madre hablar por teléfono en el fondo.
