Capítulo 17.

33 5 0
                                    

September – James Arthur.

Paul

La vibración del teléfono hizo que despertara. Me moví en la cama tallando mis ojos tratando de despertarme por completo. Moví la mano hacia donde estaba mi buró y desconecté el móvil del cargador. El nombre de Nerea Scott aparecía en mi pantalla, eran las once de la noche, no era tan tarde pero había tenido un día tan pesado que en cuanto toqué la cama me había quedado dormido.

—¿Hola? —contesté en cuanto tuve el teléfono en la oreja.

—Discúlpame por despertarte...

—Está bien —dije con los ojos cerrados mientras me giraba y dejaba el teléfono sobre mi mejilla—. ¿Qué sucede?

—No es urgente, si quieres mañana hablamos... —suspiré, la verdad es que sí me sentía algo cansado.

—No, perdón por no avisarte que me iría a dormir —carraspeé para poder aclarar un poco mi garganta—. ¿Estás bien? ¿Todo bien con Demian?

—Sí, todo bien... ¿tú día?

—Fue agotador, Till y yo nos quedamos hasta las nueve tratando de terminar unos pedidos —bostecé—, pero logramos terminar a tiempo.

—Me alegro ¿Cenaste?

—No, pero no tengo hambre —aunque no podía ver su cara, sabía de su desaprobación— descuida, estoy bien.

—De acuerdo, pero no olvides desayunar mañana —asentí aunque me quedé en silencio—. Te llamé porque tengo algo que decirte.

—Te escucho... —me arropé bien y ella soltó un suspiro.

—Ellis estuvo aquí porque Demian lo echaba de menos. Cenamos juntos y hablamos un poco —abrí los ojos, por la forma en que lo decía, parecía que me estaba dando explicaciones—. Se disculpó conmigo por haber roto mi corazón. Le confesé que ya estoy saliendo con alguien.

Me quedé en silencio durante unos segundos y después de pensar muy bien lo que diría, me recosté sobre mi espalda tomando el teléfono con mi mano.

—¿Se enojó?

—Para mi sorpresa... se adaptó muy bien a la noticia. Cuando le dije que estaba saliendo contigo sí hizo una cara de sorpresa, pero no reclamó nada —miré hacia la lámpara de techo—. Me dijo que tuviera cuidado, que no quería que me rompieran el corazón.

—Que agradable de su parte —la ironía en mi voz fue demasiado notoria—. Lo lamento.

—No te preocupes —la escuché reír—. También le dije eso.

—¿Por qué me cuentas todo esto? —pregunté—. No tienes que darme explicaciones.

—Todavía no estoy segura de lo que tengo que contarte o no. Pero no quiero que haya secretos entre nosotros. Quiero que seamos muy sinceros en cuanto a todo lo que estamos sintiendo. Así que si un día tú sientes que has dejado de querer estar conmigo... por favor, házmelo saber. Yo lo voy a soportar.

—Bonita —susurré—, eso no está sucediendo. Justo ahora quisiera estar contigo para hacerte saber lo mucho que te quiero. Te eché de menos el día de hoy, tenía tanto trabajo que ni siquiera pude escribirte para avisarte que saldría tarde. Sé que tengo una rutina horrible, y que la mayoría del tiempo hablamos por pocos minutos. Pero créeme que mi amor por ti no es poco.

—¿De verdad?

—Sí —confesé y luego nos quedamos en silencio otra vez—. ¿Ver a Ellis removió viejos sentimientos?

El Corazón de NereaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora