La cita perfecta.

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-Tienes que cubrirte los ojos con esto.- Me dijo mientras me tendía un pañuelo rojo.

-¿Enserio?

-Yep.- Me dijo con una sonrisa traviesa.

-Pero... si me cubro los ojos no podré ayudarte cuando lleguemos.- A parte de que era cierto, también buscaba una excusa, no me gusta cubrirme los ojos.

-No te preocupes, Evan va a ayudarnos ¿Cierto Evan?- Preguntó Justin.

- Sí, señor.- Evan sonrió por el retrovisor.

-Bien. Así que no me pongas excusas, señorita.- Sonrió y me volvió a tender el pañuelo.

-Okay.- Dije un poco de mala gana mientras lo tomaba y me cubría los ojos atándolo por detrás de mi cabeza.

-¿Lista? ¿No ves nada?

-Nada.- Aseguré.

-Tranquila, esto será divertido.-Colocó su mano en mi rodilla a tientas y le dio un leve apretón para hacerme sentir segura.- Ahora los dos no podemos ver nada.- Susurró y juro que esta sonriendo.

Él tenía razón y se sentía una mierda. Ahora lo entendía un poco más.

-Oh Justin ¿Porqué no me besas?- Pregunte sonriendo con amor y ternura mientras buscaba con mi mano su cara a tientas para poder plantarle un beso en los labios.

No sabía como responderle a eso, sinceramente.

Me presiono un poco contra el asiento de la camioneta cuando el beso comenzó a subir de tono, mientras su mano iba subiendo por mi pierna.

-Creo que mejor deberíamos volver.- Dijo durante el beso.

-Y yo creo que no.-Dije sonriendo mientras detenía su mano y él soltaba un pequeño gruñido.

Me separe de su cuerpo y me acomode en el asiento.

-¿Ya casi llegamos, Evan?- Pregunto Justin.

- Sí, señor, estoy por estacionar.

Unos segundos más y el auto se detuvo, escuche como se abría una puerta y se volvió a cerrar, a los segundos la puerta de el lado derecho se abrió, sentí como Justin bajaba del auto.

-Gracias.- Dijo.

Y a los segundos la mano de Evan, supongo, tomó la mía y me ayudo a bajar. También agradecí.

Ya de pie, alisé mi vestido y sentí la mano de Justin tomar la mía.

Caminamos un poco con la ayuda de Evan y después nos detuvimos, Justin soltó mi mano y lo sentí a tientas por mi cabello buscando el nudo del pañuelo.

Lo deshizo y parpadee un par de veces para acostumbrarme a la tenue luz.

Oh Dios mío.

OH DIOS MÍO.

-¿y? ¿Te gusta? - Pregunto emocionado mientras me abrasaba por detrás y apoyaba su mentón en mi hombro.

- ... Ju... Justin... esto es... Wow- Me había quedado sin palabras.

Simplemente hermoso.

Gire a ver a los lados y Evan no estaba por ningún lado.

Observe el lugar:

El suelo estaba cubierto de pasto, las palmeras tenían luces enrolladas en los troncos, unas cuantas plantas y flores adornaban el lugar, de fondo estaba el mar y el sol estaba escondiendo sus últimos rayos mientras el cielo pasaba de ser de tonos rosas a mas oscuro, con estrellas apareciendo juntó a él.

Mi ídolo es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora