Sintió una mirada en su nuca, como una daga clavándose en ella. Volteo para ver si encontraba dicha mirada, no vio a nadie. El camino a su casa era bastante tranquilo, vivía en un barrio donde la palabra "delincuencia" no existía, todos se conocían entre todos, todos se llevaban bien y compartían esos asados absurdos que usaban para quedar bien unos con otros, pero él nunca se sintió parte, nunca se sintió parte de nada, en parte la culpa le pertenecía a su familia, aquella que lo hacía sentir menos por ser libremente gay. Incluso su madre, ella que en algún momento de su vida prometió amarlo por sobre todo, que no importaría nada, siempre estaría a su lado, ella misma lo ha defraudado al quedarse sentada viendo como su padre le gritaba las peores groserías que había escuchado en sus diecisiete años. Sin embargo lo sobrellevaba bastante bien, no era como que su familia lo agredía constantemente, y tenía un par de amigos lo que lo reconfortaba, de alguna manera, se sentía bien junto a ellos.
En el camino iba escuchando música, hasta que una brisa fuerte de viento helado hizo que se le caiga su auricular izquierdo, se agacho para agarrarlo, busco durante unos segundos, no lo encontraba, en su arrebato de desesperación busco con sus ojos y lo visualizo en la calle. Se acerco sin fijarse bien si venían autos, tenía un cariño por esos auriculares que eran de su bisabuelo, no podía imaginarse perdiéndolos. No a ellos.
Pudo sentir el agarre de dos grandes manos en su cintura moviéndolo con poco cuidado hacia la vereda, sintió un gran escalofrió por toda su espina dorsal, esas manos se sintieron tan cálidas. Tan seguras. Vio como uno de los neumáticos del auto pasaba a muchísima velocidad por encima de ese auricular, rompiéndolo en muchos pedazos.
Se giro con intenciones de encarar a esa persona así agradecerle, pero, no había nadie, seguía sintiendo aquella sensación en la nuca de que alguien lo observaba. Lo que le acaba de pasar, definitivamente, no tenía sentido, estaba asustado y para colmo seguía sintiendo la mirada de un ente en la espalda, como si alguien o algo lo estuviera acosando.